Christian Sands trío
53 Voll Damm Festival de jazz de Barcelona. Conservatori del Liceu, 9 del 11 del 2021
El pianista estadounidense Christian Sands (Connecticut 1989) venía a Barcelona dentro de su gira de presentación de Be Water, Mac Avenue records, 2020. Empezó la noche con su aclamada Be water II (con la que obtuvo un Grammy) a piano solo dejando claro su virtuosismo. Cascadas de notas vertiginosas y un sonido que bebe igual del jazz que de la clásica. La verdad es que te enamoraba desde el principio, él lo sabe y con una posición que le permite tocar sin mirar girando su cuerpo hacia el público te deja claro desde un principio que el piano no tiene secretos para este joven de 32 años. Poco a poco se incorpora el contrabajo de Marco Panasia, al no ser el contrabajista que grabó el disco tira de partitura, de momento, atento a las órdenes del jefe. Al igual que Ryan Sands en la batería. En el disco estaban Yasushi Nakamura (contrabajo) y Clarence Penn en la batería, además de unos cuantos invitados en vientos, un cuarteto de cuerda, guitarra e incluso la voz de Bruce Lee (inventor del concepto de Be Water) Pero volvamos al concierto, Panasia iba ganando seguridad y se lanzaba a dúo con Sands a por Sonar, un tema con mucho espacio para el contrabajo que sin duda se lució, el público fue rápido en agradecérselo. Al igual que el disco se puede escuchar como una suite dedicada al agua, en el directo iban empalmando temas, era el caso de Outro, que sin la presencia de los vientos sonaba “reducido” pero era un buen momento para que Ryan Sands se luciese con ese toque “metrónomo” que tan bien le sentaba al tema. Aprovecha Christian Sands para presentar el grupo y explicar algunos detalles del disco. El público (muchos de los estudiantes del Conservatorio habían estado por la tarde en su Master Class) estaba muy entregado y el pianista lo sabía. Entraron Be Water I que suena a temazo pop, con ese aire a estándar, Sands sabe que ha escrito una composición que entra fácil y se recrea en ella. La verdad es que escuchándola y viendo como la desarrolla te dan ganas de comprar el disco. Siguieron con Crash, un tema de más riesgo, la sección rítmica lanzada y el piano bebiendo de la tradición de Nueva Orleans pero demostrando el virtuosismo y la rapidez del joven Sands. Aplauso atronador. Después de otras explicaciones sobre los músicos, Panasia se arranca con un solo de contrabajo de los que te dejan clavado en el asiento, impresionante. A partir de ahí (para un servidor) el concierto tomo otros derroteros, Sands volvió a hacerse con el mando e inició una serie de revisiones de temas en un refrito que no me acababa de convencer, se levantó y se puso a jugar con una especie de teclado /sintetizador que tenía encima del piano. Al principio pensé que acercarse a la electrónica tampoco estaba mal, pero cuándo a los pocos minutos reconocí las notas del Made in Japan la verdad es que fui perdiendo interés por lo que estaba aportando. Y cuándo para el bis se fue a rebuscar entre los éxitos de Bob Marley, decidí que no iba a comprar el disco. Otra vez será. + info | relacionados | Fotos: Joan Cortès