Carles Dénia.

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Carles Dénia.
Carles Dénia.

“El paradís de les paraules”, Comboi records, 2011

Aun que se trata de un disco del 2011, si tienes la oportunidad de disfrutar en directo al cantautor de Gandía seguramente escucharas muchas de estas canciones que grabó sobre letras de los poetas del Oriente del Àndalus, o sea de Ibn Khafaja (la mayoría) o de Ibn Sahl, Ibn Al- Jannan, Ibn Lubbum, Ibn Al- Abbar, Ar Russafí y Marj Al – Khul, todos versionados por Josep Piera. En directo, Dénia se acompaña de los instrumentos clásicos necesarios para defender estos poemas, guitarras, laúd, violín, percusiones. La primera grata sorpresa del disco es la participación de Albert Sanz, las melodías de sus teclados ofrecen un soporte excelente a los poemas escogidos. El pianista valenciano, metido en un montón de proyectos interesantes tanto en jazz como en músicas de diferentes folklores es uno de los músicos jóvenes más interesantes en la actualidad, si conoces su O que será” Nuba records, 2011 junto a Javier Colina y Al Foster, ya sabes a que me refiero. Este “Paradis de les paraules” me tiene atrapado desde hace días, por varios motivos. Primero por la recuperación de unos poemas que siempre son actuales, como explica Dénia en sus directos, la filosofía de estos poetas árabes sigue totalmente vigente, quien no quiere una “Plaent vesprada al llit” después de una buena comida, la necesidad de que nos dejen ser tranquilos con nuestras pasiones, “Deixeu-vos de retraure’m les passions”, los cantos a todo lo bello que nos rodea, “Mira aquesta panerola de gesmils”, “Riu que, de tan bell”, “Com si fos argent”, o los cantes a la tierra que uno quiere, “Per sempre més adéu a la terra estimada”, “Valencians, quin goig el vostre” con sus doce minutos de creciente explosión musical, atento a esas percusiones de Aleix Tobias.  Segundo, por la música, al igual que ocurre con Miquel Gil, Dénia ha sabido trabajar el folklore de su tierra partiendo de la sencillez de los instrumentos tradicionales pero con músicos como Mario Mas (guitarra) Efrén López (ud, bandurria), Guillem Aguilar (bajo) que saben aportar unas armonizaciones que hacen que la música mediterránea tenga la fuerza que merece, escucha “Si de vora meu un dia”. Y también con instrumentos “añadidos” como la guitarra eléctrica que él mismo mete en “Riu que de tan bell”,  y como no, la libertad de Albert Sanz, atentos a esa vacilada de ritmo en “Seguiu-me al desert amics”. Y tercero, como no, por Carles Dénia. Lo conocí cantando flamenco, vuelvo a pensar en Miquel Gil, los dos saben que no solo hay fandangos en Huelva, ambos conocen perfectamente los cantes de su tierra, de cada uno de sus pueblos, cuando Dénia homenajea a sus predecesores tiene la emoción de El Pele cuando piensa en Caracol, con la diferencia que los cantadores que escoge Dénia, son gente sencilla que muchas veces no habían salido de su pueblo, el joven Dénia los ha escuchado, los ha vivido, y ahora al recordarlos, su voz busca entre los entresijos de sus maneras de cantar, ese buscar la nota exacta con el dolor, esa manera de decir las cosas que hace que su voz  se eleve por encima de la música y de las mismas letras y hay momentos en que está solo, solo con toda la belleza de su voz, de ese desgarro que se eleva por encima de cualquier estilo, impresionante.   + info | relacionados | Candido Querol