Caponnam

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - CaponnamCaponnam
“Al forc dels dies”
Blau / Discmedi (2007)
www.caponnam.com/alforcdelsdies

De vez en cuando vale la pena romper tanto silencio gracias a discos como éste, que incitan exquisitamente a hacer correr el boca-a-oreja con total honestidad. Tras un precioso y cuidadísimo diseño –la carpetilla imita el hule gastado por la fricción del tiempo, y a cada canción la acompaña una postal de algún rincón del mundo– se esconde uno de los trabajos más refrescantes y genuinos del actual panorama catalán (o menorquín, si cabe). Caponnam son un grupo de músicos excepcionales y unas voces aún mejores –oh, Rita Barber, qué enamorados tendrás a tus oyentes– que llegan aquí arropados por una docena de amigos y un cuarteto de cuerda con la sana intención de seducir a la audiencia con aires mediterráneos y toques poperos, tangueros, havaneros, rumberos, bosseros, célticos e incluso chinoafroturcos. No es para menos, dado que adoptan letras y componen músicas tan eclécticas como variados son sus autores –los que más repiten, claro, son miembros de la banda: el guitarrista LLuís Vaquer y el pianista Joan Martorell, también productores del disco–, lo cual hace de esta obra un mejunje de estilos e historias distintas al gusto de todos. Bendecido con tantos rincones mágicos –como el hipnótico didgeridoo del principio, el tercer estribillo de Paraules d´anhel (“em diuen les llunes”), la etérea nana de Guillem d´Efak (Vou-verivou), los versos siseros que trufan su lírica (“arrencades de cavall, quan va bé, i arribades d´ase”), hallarán aquí los desnortados sin identidad ni conciencia política varios himnos de raíces sin frutos –Aquest país, Per triar y las “rossellianasMariners sense barca y Sent ocells (“la terra d´un no és allà on neix, sinó el lloc on l´esperen”)–, amén de músicas de cámara, canción marinera, baladas de orfebre y tanta inocencia (en el sentido poético del término) como inteligencia (en el sentido psicotécnico de la palabra). Pese a carecer del apoyo mediático de otros grupos baleares con nombre de mujer, convendría avalar este proyecto como se merece: con rendida pleitesía y una callada ovación. // Iván Sánchez Moreno