Calima
Calima
Barcelona, Apolo 2
10 de septiembre de 2007
Con disco recién editado, Calima es la sorpresa más esperada de este otoño. Y siendo un proyecto prácticamente desconocido, su debut discográfico opta a uno de los premios Grammy Latinos en el apartado de mejor disco de flamenco. Pero en Barcelona estos músicos ya tienen un público fiel. Así que la sala pequeña del Apolo, en esas sesiones de los lunes llamadas Ob-Sessions y dedicadas al flamenco del mañana, estaba repleta. La banda, según el local que la acoge, opta por una disposición u otra en el escenario y aquí no pudieron presentarse con esa forma de media luna en la que todos están sentados y sobre una misma línea. En esta ocasión sólo guitarrista y percusionistas utilizaron las sillas. Los dos vocalistas, David y Giner, más la bailaora Laura, se colocaron en el lado izquierdo (desde el punto de vista del espectador) y Juanlu, con su bajo, casi en el centro. Pero es que el concierto se inició sin la presencia de Mihail, el violinista, ni Todor, el trompeta. Quizá por eso no se les vio del todo concentrados, aunque este último apareciera media hora después. Tampoco estaba Muñeco a las percusiones, pero sí tenía un sustituto a su altura. Además, y como sorpresa, Sandro Lustosa (gran percusionista que ha pasado por bandas como Macaco y que ahora está con Lila Downs) aportó su sabiduría percusiva en algún tema. De cualquier manera, su mezcla de músicas gitanas, occidentales, orientales y latinas funcionó. Y con una Laura en muy buena forma acabaron poniendo a todo el público a cantar, palmear y bailar. Y eso que no fue su mejor bolo. Pero es que sus canciones están repletas de calidad y mucho ritmo. // Miguel Amorós