Bibi Tanga
«Now» Jazz Village | Harmonia Mundi, 2014
Desde que se afincara en París, procedente de la República Centroafricana, este cantante y bajista, hijo de diplomático, se ha prodigado en trabajos junto a otros artistas francófonos, caso de la Malka Family, Le Proffeseur Inlassable, o bien la banda con la que grabara su anterior álbum, The Selenites, Dunya (2010). Aunque hayan transcurrido cuatro años sin dar señales de vida, el inclasificable sonido de Bibi Tanga, aunque haya mamado lo suyo de James Brown y del funk, sigue siendo ecléctico a mas no poder. Así se aprecia en la primera canción con la que abre fuego en este álbum: Calling, una especie de radiante reggae con rítmica funk, que no desentonaría para nada dentro el repertorio del malogrado Lucky Dube. El explosivo latir de Ala Za î o refleja la impronta africana, con ese deje de soukouss congoleño, como el que gastaban las antiguas formaciones setenteras de la época dorada del género, léase Zaiko Langa Langa o Tabu Ley Rochereau. A i mveni aglutina una estética totalmente funk sin dejar de lado ese espíritu afro que le viene dado por las voces en la lengua nativa de Bibi Tanga, el sango. Love can bring you pain despide soul a raudales, y estila unos riffs roqueros con la infecciosa guitarra de Eric Kerridge, que se suelta la melena con unos solos dignos de cualquier solista de hard-rock. Upset es un número totalmente neo-funk con un bajo bien cargadito de slap, y que ya querrían para si artistas de la talla de Lenny Kravitz. Hometown incide de nuevo en el espíritu africano con una rítmica quebrada y algo intricada, que recuerda el pulso del mbaqanga sudafricano. Now rebaja un poco las revoluciones siguiendo con la tónica funk, y aderezándola con unos traviesos y radiantes coros con un aroma similar al que imbricaban los Jackson Five en sus años mozos. Il y a recurre a un repetitivo bucle y estila un tratamiento de música del desierto, como la que gastan los malis Tinariwen o Etran Finatawa, con los puntuales fraseos de trompeta de Gilles Garin y del saxo de Eric Rohner. Monteguene rinde pleítesía al ritmo musical de homónimo nombre, propio de la región de Lobaye en la República Centroafricana. Ngombe suena a primo hermano del afrobeat con los sugerentes coros de Emma Lamadji e Idylle Mamba. Mientras que So high retrotrae la añeja estética de James Brown, ensamblada con una poderosa base rítmica y unos arreglos de vientos que empujan los pies a la pista de baile. War, nada que ver con la archiconocida y tan versionada canción afro de Edwin Star, se embosca en un ambiente seductor, y recurre al hip-hop en lo que se refiere a la parte vocal. En tono de denuncia su estribillo airea que «alguien está matando hoy». La imaginería acústica de Who´s gonna be your man remite al gospel propio de las iglesias afroamericanas, y exhibe un tempo contagioso y alborotado. Finalmente With you se muestra muy y melosa regada con unas lúbricas voces con falsete, amén de un entonado funk de aires setenteros, trufado además de una pátina r&b. Está claro que los catorce años de carrera de Bibi Tanga han dado de si como un chicle, que no ha perdido para nada su sabor. Su elasticidad todavía le permite hinchar globos de los que hacen buen ruido al explotar. + info I Relacionados I Miguel Ángel Sánchez Gárate