Bassekou Kouyate & Ngoni Ba

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Bassekou Kouyate & Ngoni BaBassekou Kouyate & Ngoni Ba
“Segu blue”
Outhere / Resistencia
www.outhere.de

La muerte de Ali Farka Toure fue un momento triste en la historia de la música de Malí, en particular, y de todo el mundo, en general. Sin embargo, su legado está a buen recaudo. Vieux Farka Toure, su hijo, Afel Bocoum, su “hijo adoptivo musical”, o Bassekou Kouyate, uno de los músicos que le acompañó en sus últimas giras, se están encargando de que no cese esa llama que tanto nos iluminó. Y justo es este último el que nos asombra con este disco. Kouyate es un maestro del n’goni, ese pequeño instrumento de cuerda que él mismo define como el banjo africano y que es fundamental en la cultura griot. Para poneros en antecedentes sobre este sorprendente músico os diremos que, además de acompañar al gran maestro, también ha tocado al lado de Toumani Diabate, Taj Mahal, Carlos Santana o U2. Y todos hablan maravillas de él. Éste es el primer disco que se publica bajo su nombre, realizado por un espléndido cuarteto de n’gonis y con la producción de la acreditada periodista Lucy Duran, toda una garantía de calidad. Segu blue contiene catorce canciones que proceden de la región de Segu, el corazón de la cultura bambara. ¿Blues africano es una etiqueta para definir esta bella música? No sé si es la más acertada, pero si con ella os hacéis una idea, la damos por buena. El disco al completo pide ser escuchado detenidamente para así quedar envuelto por su sonido cautivador. Quizá temas como N’goni fola o Sinsani, en los que el sonido de esos condenados instrumentos salta, se retuerce y revolotea, podrían destacarse. Pero no sería justo, pues el disco al completo es sugerente y recomendable. Destacables también las colaboraciones en las voces de Kassemady Diabate, Lobi Traore o Ami Sacko, la esposa de Bassekou Kouyate. Si queréis más información, en www.myspace.com/bassekoukouyate encontraréis, entre otras cosas, un making off del disco especialmente interesante. // Miguel Amorós