Argentrio
Argentrio
El Mediterráneo, Barcelona. 16 de octubre de 2012
El Mediterráneo reunió unas cincuenta personas (la mayoría avisadas por Mayte Martín) para pasar un rato escuchando tangos y canciones del folklore argentino. Como anunció Mayte, siempre dispuesta a preparar veladas musicales de gran calidad, los músicos que ocupaban el escenario no eran recién llegados, los tres tienen una larga relación con el tango y también con otras músicas. Elba Picó nacida en Buenos Aires pero ciudadana del mundo desde hace tiempo, se mueve con soltura entre el tango y el folklore argentino, su guitarrista “oficial” Esteban Vélez, nacido en Tucumán, es un guitarrista excelente y también se atreve a cantar sobre todo el folklore de su tierra, en el otro rincón (del escenario) un peso pesado de cualquier etiqueta musical, Horacio Fumero no necesita presentación en esta ciudad, tanto en ambientes de tango como de jazz cualquier aficionado sabe de lo que es capaz Fumero. Empezaron con un tema de Troilo, donde Fumero estaba como decidiendo mientras Vélez y Elba Picó se enamoraban del clásico, pero ya enseguida en Tinta Roja, es Fumero quien manda en el ritmo y Vélez se recrea en punteos preciosos, Elba mientras tanto se deleita con la letra de Cátulo Castillo. Se van muy lejos en el tiempo, hasta 1924 y nos ofrecen Griseta. Del pasado a la modernidad de Piazzolla, Horacio y Elba en dúo recrean Chiquilín de Bachín (como no emocionarse) que bien conoce a Piazzolla Horacio Fumero. Siguen con Danzarín y con Callejón. Como gran parte del público esperaba, llegó el folklore, una samba del norte, de Tucumán patria del guitarrista, y entonces hay una propuesta por parte de Elba ¿Que tal un pequeño descanso?, el público se niega y los músicos, a cambio de un vino, deciden seguir tocando, si esto no es entrañable, ya me dirás. Che bandoneón, nada menos, Elba con la emoción sube el tono y Vélez logra que la guitarra se transforme en doble instrumento (cuerda y percusión) y además al final del tema comenta, con Fumero es una delicia. Vuelven al folklore del norte y se acuerdan de la letra que escribiera Borges, la milonga de Jacinto Chiclana, otro momento especial de la noche, ahora solo Elba y Vélez, además la guitarra solo es un suave rasgueo para que Elba recite. Se acercan a Santa Fe, patria de Horacio Fumero y ahora serán guitarra y contrabajo los que hablaran de folklore, otra maravilla. Como no, ya que estaba allí, Elba invita a Mayte Martín, Mayte con chorro de voz imparable, y Elba con registros antiguos completaron María y La última curda. Quiso despedirse el trío con una alegre Chacarera, Fumero convirtiendo el contrabajo en percusión, Vélez haciendo brillar la guitarra y el público marcando perfectamente el ritmo, después todavía vino Maquillaje, que bien la canta Elba, y todavía volvió Mayte a cerrar, ahora sí, los cuatro juntos, con el tango de Cardícamo, Nostalgia. + Info | Candido Querol