Antonio Soto
Antonio Soto
“Rosas blancas”, Nuba records, 2012
Guitarrista nacido en Barcelona pero de familia malagueña, con sangre de La Pirula y La Cañeta. Actualmente reside en Málaga y este es su segundo trabajo, en 2004 editó “pa’er teto” en Musigrama, ojala la distribución de Karonte le sirva para introducirse en un mercado más amplio.
Tiene Soto un sonido muy rico en melodía, no se trata de un virtuoso o creo que no lo pretende en ningún momento pero te puedo asegurar que desde que escuché la balada Cuento pa Manué tengo ganas de recomendar este disco, que sentimiento, me trae a la mente a mi admirado Luis Salinas y eso es mucho. Le acompaña en las percusiones y el bajo Francisco “El Fósil” nombre fundamental en este trabajo, tanto en producción como en aportes musicales en todos los temas.
Empieza el disco con Itaparika, una rumba fresquita y simpática con un montón de colaboraciones, para que quede patente que Soto no está solo en este proyecto, hasta metales ha metido en este tema y unos coros estilo Pitingo, cuidado no lo taches inmediatamente de “flamenquito” dale tiempo. Sigue con unas alegrías Azul y plata, y todo el salero de Cádiz se refleja en un toque vivo y con mucho tempo. Juanlu Marcelo e Isabel Soto, acompañando al cante, pero sin robar protagonismo. Aun que hay muchos músicos en el proyecto y cantaores y coros, el disco es un disco de guitarra, no lo olvides. Flamencona son unas bulerías por soleá, un línea de bajo muy original para empezar y después las percusiones y las palmas perfectamente conjuntadas con la guitarra de Antonio Soto, pero cuando entra la voz de Luís Perdiguero, debo reconocer que me olvido del resto, que bien canta este hombre. A continuación, Rosas blancas bulerías que da título al trabajo y que sería a mi entender la más comercial. Unos tanguillos, de nuevo Soto y “El Fósil” haciendo un dúo muy interesante, los coros de Isabel Soto para reforzar el estribillo. El Cuento pa manué que ya he comentado. Otras bulerías pero esta vez más puras, sin buscar la facilidad del cante como señuelo, Cantaor, son bulerías desnudas, unas palmas geniales marcando un ritmo ancestral, un tema muy bonito. Un fandango muy original, Gotitas de rocío, la batería de Emilio Marcelo tiene bastante parte de culpa. Y para cerrar unos tangos donde el coro vuelve a buscar ese estribillo más flamenquito, pero cuidado si eres capaz de seguir escuchando la guitarra de Antonio y las percusiones y el bajo de Francisco “El Fósil” y no te quedas solo con el coro, te darás cuenta que la propuesta de estos dos hombres es para escucharla con respeto. + info | relacionados | Candido Querol