Andrés Suárez
BarnaSants
Teatre Joventut de L’Hospitalet, 12 de abril de 2013
Con unos 15 minutos de retraso, apareció sobre el escenario del Teatre Joventut de L’ Hospitalet un Andrés Suarez tímido y cauteloso. Media cada uno de sus pasos que lo acercaban a su micrófono en el centro del escenario. Y ya con la guitarra, dedicó un pequeño esbozo de sonrisa al público que casi llenaba la sala, entre el murmullo de: “hay mucha gente”, que confesaba a Marino Saiz (violín y piano) y Andrés Litwin (batería y “bajo con el pie”), sus fieles escuderos de la noche. Sin más, empezó con esa primera frase de “Me duele la piel” de la canción “Piedras y Charcos”, que lo hizo conectar de lleno con el público que lo esperaba con una sonrisa y con los brazos abiertos dispuesto a darlo todo.
Actualmente, Andrés Suárez se encuentra de gira con la presentación de “Moraima”, el disco que ha grabado en directo. Producido por Alfonso Pérez y co-producido y mezclado por Peter Walsh que ha salido a la venta este 16 de abril, el mismo día que este compositor gallego cumplía sus 30 años. Lo presentó en una versión reducida de componentes y músicos, pero muy grande y completa de contenidos. De un modo recogido e íntimo, Andrés nos deleitó con las canciones de sus 12 años de trayectoria musical, de una manera que él hacía tiempo que esperaba y anhelaba presentarnos, porque él, desde que empezó su carrera musical deseaba un disco grabado en directo, que es donde el músico se siente más cómodo. Y a sus 30 añitos recién cumplidos, para un artista como él… solo me vienen buenos y prósperos pensamientos; y así se los deseo porque creo sinceramente que se los merece.
Con una interacción total con su público, no dudó en presentar cada uno de sus temas con sus palabras y un buen sentido del humor, mostrando humildemente complicidad y admiración por la gente que va a escucharlo; la misma admiración que su público le tiene a él como cantante, instrumentista y compositor.
Con ese control absoluto de los tiempos en cada canción, Andrés nos fue llevando a un terreno global de comodidad y felicidad del que nadie allí se pudo desprender. También nos dejó matices de su voz ”a capella”, donde este joven cantautor de El Ferrol se siente cómodo y próximo, buscando ese público que lo respeta y lo escucha con la boca abierta.
“Tengo 26”, “Benijo”, “ Más de un 36”,”No te quiero tanto”, “Rosa y Manuel”, etc… , así como “Necesitaba un vals para olvidarte” y “Así fue” entre muchas más. También toco “Vuelve”, arropado en el escenario por su amigo Rafa Pons que la cantó con él.
Lo tocó todo, excepto algún tema claro está. Pero más de 2 horas de concierto dieron para mucho. Pero la timidez se le pasó rápido a Andrés una vez empezó el concierto. Entonces salió esa parte que tiene dentro y que todos los que lo conocen de un modo u otro esperaban. Ese Andrés que cuenta historias y que corta sus propias canciones para dirigirse al público. Ese Andrés más amigo y cercano que todos sentimos y que arranca sonrisas. Ese Andrés que espera que el público lo acompañe cantando en sus canciones, y que el público humildemente y agradecido le retorna esa energía.
En cada canción, se pudieron apreciar las grandes cualidades musicales que posee, así como un gran control de la guitarra a la que ejecuta cada sonido a la perfección. La mima y doma para sacarle desde los acordes más salvajes y duros, hasta las más tenues vibraciones armónicas. En un directo, exprime también esas cualidades para componer desde el escenario, utilizando sus pedales y recreando ambientes sonoros imposibles a los que hace partícipe también a los músicos que lo acompañan. Poco más diré de su actuación que tuve el placer de presenciar y fotografiar; pero no podía dejar de mencionar la importancia que tienen las letras que escribe en cada canción. Son poesía pura escrita con mucha calidad. Le salen de dentro, y Andrés tiene una cualidad excepcional, y es que él refleja sus pensamientos y sentimientos en cada momento de su vida, y lo hace de un modo en la que en algún momento u otro nosotros nos sentimos reflejados. Pero solo él tiene esa brillantez musical; por eso lo admiramos. El concierto terminó con «La vi bailar flamenco» y con todo el público en pie y coreando la canción, mientras él terminaba los últimos acordes tumbado en el escenario.
Esa es la manera que tiene Andrés de tocar la guitarra y de personalizar sus canciones; imprimiendo un sello tan característico que solo tiene un nombre en mayúscula, el de ANDRÉS SUARÉZ. + Info | Jordi Bertran Hermosilla