Albert Pla
Albert Pla
Festival BarnaSants
Teatre Joventut. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona
20 de marzo de 2009
Antes de hablar sobre el concierto de Albert Pla déjenme expresar una queja. Llegué unos cinco minutos antes del inicio del espectáculo. Las entradas estaban agotadas hacía días, o sea que el lleno era total. Recogí la entrada correspondiente y entré en el teatro. Cuando tome asiento me di cuenta de que estaba en una de las esquinas del teatro, pero ESQUINA con todas las letras de la palabra y lo más “esquina” posible que uno pueda imaginar. Estaba en un localidad desde la cual no se divisaba absolutamente NADA del escenario. O sea que poco les podría haber contado del concierto si no llega a ser porque, en cuanto se apagaron las luces, cambié de sitio para ocupar una butaca más céntrica y que inexplicablemente estaba vacía. Lo peor de todo esto es que detrás de mi butaca asignada originalmente, había otras personas que al igual que yo, tenían visibilidad nula. Quede aquí esta queja para que POR FAVOR no se vendan localidades que no posean un mínimo de visibilidad de un espectáculo.Dicho esto vayamos por lo interesante. Albert Pla presentaba dentro del Festival BarnaSants su nuevo espectáculo y disco La Diferencia (El Volcán, 2008). Y la verdad es que poco cambió de la que hizo en el Teatre Lliure el pasado 22 de enero, cuya crónica perfectamente expresó en estas paginas virtuales nuestro compañero y sin embargo gran amigo Juanjo Peña. Ver crónica. Y como muy bien hizo él, yo tampoco voy a desvelar muchos de los secretos del espectáculo, porque sería como contar el final de una película. Simplemente se me ocurre añadir que Pla es además de músico y compositor, un actor como la copa de un pino. Lo que hace en escena lo desarrolla con tal naturalidad que parece él mismo. Sin embargo, está actuando. Y eso no quiere decir que parte del Albert Pla actor, se parezca mucho al Albert Pla persona. Pero esa es una de sus virtudes.Hasta ahora casi siempre Pla había estrenado espectáculo antes de la edición del disco, pero en este caso no ha sido así. Él piensa que ir a ver una obra sabiendo lo que vas a ver mata parte del encanto, pero en esta ocasión ha sido así. De esta manera el público ya se conocía las canciones y las podía cantar, o jalear, con él. Algo de eso pasó en el Teatre Juventud. Como Pla solo se acompaña de su guitarra eléctrica, y a veces ni siquiera la toca, en temas como Fantasma u Hongos la gente aplaudía a ritmo, o coreaba con él. Y es que una de las cosas que más me maravilla es la capacidad que tiene Pla de contar historias absolutamente descarnadas (que hablan de maltratos, violaciones o asesinatos) y ser capaz de provocar carcajadas. Si tengo que elegir una sola canción me quedo con la de Malos Pensamientos, en directo me parece absolutamente brillante y divertida. Y poco más que añadir, el Teatre entero acabó de pie rendido a sus canciones. De verdad que si quieren disfrutar con él, lo mejor es dejarse llevar y disfrutar de sus historias surrealistas. Lo peor es que, como él mismo dice, la realidad supera la ficción, lo suyo es simplemente puro y genial teatro. // Miguel Amorós.