Actual 2009
Actual 2009
Logroño, La Rioja
Del 2 al 6 de enero.
Tras dejar los bártulos en nuestras habitaciones, el clan barcelonés se dirige de inmediato a la calle Laurel. No podía ser de otra forma. La calle Laurel patrimonio culinario de la humanidad: “Fast food. ¿Qué fast food ni que tres cuartos? Pinchos. Pinchos y más pinchos. Un vino. ¿Crianza o del año?”. Llevamos prisa, pero caen unos champis con gamba y unos wonderbrá (dos huevos de codorniz fritos sobre colchón de sobrasada cubriendo rebanada de pan). Y es que en la calle Laurel cierran pronto. A la hora de comer. Tres, tres y media como mucho. Los pinchos suelen ser el previo. La variedad de estas joyas gastronómicas es comparable a la variedad de propuestas del siempre primer festival del año: el Actual logroñés. Para abrir boca, Andy Chango presentando su último trabajo, Boris Vian (Rosevil, 2008) coincidiendo con el homenaje que Actual 2009 realizaba a los cincuenta años de la muerte del ecléctico francés. En la pequeña sala Gonzalo de Berceo, el argentino consiguió imbuirnos a todos del espíritu de Vian, a través de la reinterpretación de doce temas escogidos entre las cuatrocientas composiciones que llegó a escribir Boris Vian. Solidísima banda que en clave de jazz, blues, tango o rock, envuelven unas excelentes adaptaciones líricas en las que han trabajado tanto Andy como Javier Krahe o el poeta Luís Antonio de Villena. Buen inicio. Y esa misma noche el calor nigeriano se adueñaba del Palacio de los Deportes. Velada de afrobeat con Bukky Leo and the Black Egypt, Tony Allen y Dj Floro. El saxofón de Bukky era el encargado de abrir fuego. Un viaje de ida y vuelta. O mejor dicho, un retorno. Si en un principio los músicos nigerianos bebieron del jazz, el high life o el funk y en sus estómagos los batieron con la “rítmica africana” (definición extremadamente simplista, lo sé), dando lugar a algo tan complejo como el afrobeat, posteriormente muchos de ellos volvieron a ampliar horizontes. Es el caso de Bukky. Formado en el núcleo duro del cotarro, todo aquello que rodeó a Fela Aníkúlápó Kuti, llegado el momento volvió a dar otra vuelta de tuerca, acercándose de nuevo a la “escena occidental-londinense”. Acid jazz, rythem´n´blues, dance, funk, soul, jazz, suavizan en mi opinión, desde Rejoice in Righteousness (Acid Jazz, 1988) hasta el actual Afrobeat Vision (Mr. Bongo, 2005), el estilo surgido en Lagos. Calidad musical indiscutible que iba a acrecentarse con el siguiente protagonista de la noche. El señor Tony Allen rompe siempre mis esquemas. Quizás ahí esté el quid de la cuestión. Tocar y tocar. Cuarenta ocho años tocando. Directo y más directo. El afrobeat no se teoriza. ¿En realidad importa incluso su existencia? Impasible en las ruedas de prensa, le importa poco todo: qué sucede musicalmente hoy
en Nigeria, que muchos quieran tocar con él, que si dicen es el mejor baterista del mundo, que si la gente baja la música por Internet…. Sólo que hubo tremendos baterías en el pasado (ni un sólo nombre) y tocar. Tocar música que llene el espíritu. Y así es. Podría decirse que como Bukky, al que Tony descubrió años a, el estilo de este baterista se ha llenado de nuevos horizontes. Pero con Tony no hay suavizante. Fuerza, solidez, clase. Afrobeat con baquetas a golpe de muñeca. Nada de cansancio. Tocar como respirar. Repetía la formación del Womad 2008, pero el concierto fue mucho mejor en mi opinión. Caldeado el ambiente, hasta Tony se reía, hablaba con el público y todo fluía, llegando incluso a aparecer Bukky Leo en el escenario (al llegar a Logroño, Tony ni sabía que su compatriota actuaba esa noche). Acabó de rematar la velada Dj Floro dejándonos a todos ya para el arrastre. Nos plantamos en el sábado tres con Teaserland, Festival Internacional de Trailers falsos. Curiosísima propuesta mañanera que os insto a visitar en su página Web, www.teaserland.com. Noventa segundos de una película que no existe. Concurso en el que cualquiera que tenga una cámara, o incluso un móvil, puede participar. Visitarla y os sorprenderéis. De vuelta al Palacio de los Deportes, noche extensa y ecléctica. En primer lugar la “movida indi” de la mano de los madrileños Vetusta Morla. Grupo revelación del 2008, laureado y con una ascensión meteórica, tengo que reconocer que picaron mi curiosidad en el encuentro con los medios. Jóvenes, casi diez años tocando siempre juntos, con la cabeza bien fría ante el éxito repentino y las cosas claras. Uno puede sentirse más o menos próximo a un estilo u otro, pero reconocer que los Vetusta Morla tienen un potentísimo directo es de cajón. Temas trabajadísimos, buenas letras en español y el palacio lleno de un público coreando cada canción. Un día en el Mundo (PequeñoSaltoMortal, 2008) autoeditado, que tiene todos los ingredientes para interesarse por lo que sucederá a partir de ahora. Tras ellos, cambio rad
ical. Desde Eslovenia, una estrella no sólo en su país, también en el resto de las repúblicas balcánicas, Bulgaria, Rumania o Italia: Robert Pešut, alias Magnífico, y más conocido aquí gracias a su último trabajo, Grande Finale (Turbolenza, 2007). Un paso más de la locura balcánica, Rock´n´Roll fronterizo a lo Caléxico, con esa sección de viento entre Tijuana y Guĉa, las slide guitars y una voz absolutamente del este. Todo ello surgido de la clásica filosofía balcánica: “Todo está clarísimo. No hay nada claro. Melting pot”. Pero el directo no cubrió mis expectativas.
ulia y Los Tellarini. Con Barcelona como punto de encuentro de procedencias diversas, su música es un reflejo de su propia multiculturalidad. Un único disco, Eusebio (
Pd:
Un abrazo muy especial a todo el equipo del Actual y especialmente a Miguel que nos ha tratado tan bien, aupa!
El equipo B!