Yungchen Lhamo
Yungchen Lhamo
Mantras Festival
Teatro Fernán Gómez, Madrid
26 de abril 2009
Huída del Tíbet en 1989 y residente en Nueva York en la actualidad, Yungchen Lhamo es una de las máximas exponentes de la música tibetana, y para muchos es simplemente: la voz del Tíbet.
Enmarcada dentro de la programación de la primera edición del Mantras Festival junto a Prem Joshua (una lástima no haber estado), la cantante tibetana llenó casi en su totalidad las butacas del teatro Fernán Gómez para ofrecer una de sus incomparables actuaciones en directo. Incomparable ya que nadie en el mundo ofrece un directo como el suyo. Yungchen Lhamo no lleva banda y tampoco la necesita. Se acompaña en algún corte del espectáculo de percusión menor o flauta tibetana, y del público que entona los mantras y los sutras que la cantante pide que interpreten con el fin de que exploren en su propio interior y voz, para así poder colocarse en sintonía con las frecuencias de la armonía celestial. A tanto uno no llega y no sabe si el fin último de los sutras embriaga al público, pero de lo que no cabe ninguna duda, porque se experimenta en carne propia ,es del poder que la voz que Yungchen Lhamo, de un carácter casi sobrenatural, junto a la cadencia repetida ad limitum de los sutras produce sobre uno. Y es que lo que se pueda pensar a priori de un concierto a capella, en nada se acercará a la experiencia que supone escuchar en directo a la intérprete tibetana. La paz, la atmósfera y el clímax que creó, hicieron que durante las dos horas de actuación el tiempo se detuviera, y que si hubiera estado otras dos horas más hubiese seguido detenido. Pero no todo fue tan idílico, aunque estuviera cerca. Las actuaciones de Yungchen Lhamo se nutren de la ya citada comunicación con el público, así como de los mensajes y deidades que la cantante exhorta a los asistentes. La vocalista tibetana no te habla, te susurra las palabras en un inglés de una claridad extrema para las cuales tuvieron que poner, no sé si a petición de la propia artista, a una traductora simultánea con un volumen de microfonía y una entonación que chocaban y rompían el ambiente creado. Yo creo, y es mi humilde opinión y bien sabe mi entorno que de bilingüe tengo poco, que ya va siendo hora de que se abandone de una vez por todas la arcaica costumbre de traducirlo todo. El que no sepa inglés, pues mala suerte. No es sánscrito, ni hebreo ni chino. Prácticas como estas hacen que sigamos girando dentro de la misma rueda del atraso sin que podamos salir de ella. Pero que dicha acotación no enturbie ni un ápice la experiencia que supone acudir a un concierto de Yungchen Lhamo. No soy capaz de afirmar o negar que haya mejores cantantes que ella, ahora bien, como su voz seguro que no hay otra, y oírla en directo, por lo menos una vez en la vida, es algo muy recomendable para cualquiera. www.yungchenlhamo.com // Bruno Freire León