XX Festival Etnosur 2016

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XX Festival Etnosur 2016
Alcalá la Real – Jaén- 15, 16 y 17 de Julio 2016.

Edición número veinte de los Encuentros Étnicos de la Sierra Sur, Etnosur. Y una sola palabra para definirlo: ¡apoteósico!

Ya lo expresábamos en nuestra previa sobre el Festival que publicábamos hace unas fechas con motivo de la inminente celebración del evento del verano: cómo decía Gardel en uno de sus más famosos tangos, si no el que más, ese maravilloso Volver20 años no es nada. Pero en Etnosur, 20 años, 20 ediciones, son todo un mundo.

Todo comenzó para nosotros el jueves por la noche. Después de terminar de trabajar en otro de mis quehaceres relacionados con las músicas del mundo (dj) pusimos rumbo a Alcalá la Real, a eso de las cinco de la mañana, con la idea de llegar muy temprano y vivir por primera vez desde que acudimos a este Festival (y son unas cuantas ya, casi la mitad, según estuvimos haciendo memoria) desde primerísima hora del día 1, es decir, del viernes. Y así fue. A las nueve en punto de la mañana llegamos. A por las acreditaciones, paseo para ver cómo estaba el ambiente en ese momento y a soltar los bártulos al alojamiento. Un merecido descanso y a empezar a disfrutar. En cuanto a la música, todo arrancó con las sesiones de dj en el Paseo de los Álamos, punto candente del festival en horarios de máximo calor. Dj Psilocibe, Aledesbarres y el grandísimo Julio Moreno dieron el pistoletazo de salida para los ritmos más electrónicos en este enclave. Destacar la cuidada selección musical del gurú Julio Moreno, esa luz que nos guía en esto de las músicas del mundo. Y a las siete y media de la tarde, adelantando media hora el comienzo de los conciertos en el Escenario de la Plaza del Ayuntamiento, algo que se agradece, comenzó Javier Paxariño Trío. Su propuesta, músicas flamencas y del Magreb (músicas del Mediterráneo, en definitiva), es una delicia para nuestros oídos. Nos encantan estas sonoridades. Y no solo a nosotros, puesto que el público tardó poco en levantarse del suelo y comenzar a bailar, también jaleado por el propio Javier, quién pidió a los presentes que escucharan su música pero que también la bailaran. Se fueron sucediendo las canciones y disfrutábamos de lo lindo. Sonó la canción dedicada a su hija, Juegos con Zahira, y luego ese tema extremeño que suena a africano. Posteriormente, Con el alma en el suelo, una balada palestina con un finayH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - XX Festival Etnosur 2016l más movido, reflejo de la esperanza. Por último, para despedir este gran concierto, interpretó Fiesta en el Realejo, de su Granada natal. Nos supo a gloria este comienzo de Festival. Seguidamente a este concierto llegaba una de las actuaciones estrellas de esta edición: el Pasacalles 20 Aniversario Etnosur de La Fura dels Baus, que partía desde el Paseo de los Álamos hasta el recinto Etnosur. El recorrido estaba abarrotado de público, entusiasmados con la función que ofreció la compañía de Barcelona. Un muñeco gigante que bailaba al ritmo de la batucada del grupo Sambiosis Afro Rua y de la música electrónica interpretada en directo por un músico de la compañía y proyectada por un soundsystem desplegado en una furgoneta descapotable que iba abriendo la comitiva circense, y una gran rueda de la que se colgaban y suspendían acróbatas en bailes imposibles. Un gran espectáculo de música, pirotecnia, acrobacias y baile escenográfico. En este punto, hacer mención al gran despliegue y buen trabajo realizado por la Policía Local, Bomberos y Protección Civil, que veló perfectamente en todo momento por la seguridad de todos (artistas y público) y porque todo saliera según lo previsto, pues con tantísima gente abarrotando el recorrido no era fácil esta labor. Y ya llegados al Escenario Etnosur, la música. Comenzó Ana Tijoux con su curiosa mezcla de hip hop y sonidos andinos, una seña de identidad propia y que refleja por donde se mueve la carrera de esta chilena. Destacaron por su puesto sus grandes éxitos, Somos sur y 1977. A pesar de su gran hacer, a nosotros nos pareció poco intenso su directo, teniendo en cuenta que a ella la habíamos visto hace escasamente dos semanas en otro festival, y allí estuvo más poderosa. Quizás el cansancio de una larga gira, quién sabe. Y tras ella llegaba a las tablas de Etnosur el concierto de producción propia con Dorantes, Jorge Pardo, Raúl Rodríguez, Francis Posé y Javi Ruibal, quienes ofrecieron magia en estado puro a base de flamenco, de jazz y de improvisación marcado por la genialidad de cada uno de ellos. Además hubo un recuerdo especial para Juan Peña «El Lebrijano», tío carnal de Dorantes y que falleció recientemente, y al que le dedicaron el concierto. Fue un momento muy emotivo. A pesar de la grandiosidad de estos músicos, de cuya unión no puede sino salir algo grandioso, he de reconocer que también me dejó por momentos frío. La explicación, que no le quita mérito porque son unos «artistazos» y el concierto fue sublime, es muy sencilla y responde solo a una apreciación de quienes firmamos esta crónica: teníamos en mente el especial Convivencias con el que Dorantes triunfó hace unas cuantas ediciones en este mismo escenario. Y claro, ni el espectáculo era el mismo ni se pretendía, por lo que nosotros nos equivocamos al tener esas altas expectativas. Y en esto llegó el esperado… las ganas que teníamos de ver en directo a Chico Trujillo eran enormes. Y damos fe que nuestro entusiasmo estaba justificado. El concierto de esta banda chilena fue una experiencia desbordante, un momento absolutamente maravilloso. Un concierto de 10. Habrá un antes y un después en nuestro acervo musical tras eyH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - XX Festival Etnosur 2016ste directo. Al grito de llegó la cuuuuummmbia empezó el grupo con el desmadre y con esa intro que precede al tema Así es que vivo yo (sigue la fiesta), un comienzo muy fuerte y que sirve para abrir sus directos siendo toda una declaración de intenciones, pues ya no podrás dejar de bailar, de vivir LA FIESTA… y ya desde el primer momento la gente estaba pletórica, pues el entusiasmo era palpable. Casi sin respiro fueron cayendo uno tras otro sus grandes clásicos, Gran pecador, Conductor (momento en el que un espectador del público apareció con dos camiones hechos con cajas de cartón y le lanzó una a Chico, que la recogió y se metió dentro, para después Chico pedirle que subiera al escenario, a lo que la seguridad del recinto accedió y éste estuvo bailando con su camión todo el tema junto a la banda), El eléctrico, Loca (aclamadísima desde el primer minuto del concierto), Tus besos son… Y en otro de esos gestos que las bandas tienen para ganarse al público del lugar en el que actúan, Chico sacó una estampita con el rostro de Camarón y gritó «Viva Camarón». ¡Olé! Tras casi hora y media de cumbia, bailes y saltos, terminaron con otro de sus himnos: No me pregunten como es mi muchacha. Y la que yo eché mucho en falta y no tocaron fue Ahora quién. Pero bueno… «¡Arriba Sudamérica conchatumadre!«. Un pequeño descanso justo y apropiado para reponer fuerzas y líquidos para no desfallecer, y a por el siguiente. Ahora le tocaba el turno a BCUC (Bantu Continua Uhuru Consciousness), grupo procedente de Sudáfrica y que repetían en estos escenarios pues ya habían derramado su potencia física y musical en 2013. Como dato curioso destacar que los cantantes del grupo, minutos antes de entrar en escena, estaban haciendo estiramientos y ejercicios físicos, lo que da una muestra de la energía que derrochan en sus directos. Y, como no podía ser de otra manera, todo el público estaba deseando que tocaran esa canción con la que se ganaron al festival en 2013, esa Loco Loco Loco, un tema muy rápido y en el que dicen varias frases en español, entre ellas ese loco, loco, loco o baile, baile, baile. Y sí, efectivamente tocaron ese tema que el público no paraba de corear. Pero echamos en falta mucha más energía. El concierto fue mucho mas tranquilo de lo que esperábamos. Además no faltó un minuto de silencio por Palestina y los demás pueblos oprimidos. Genial toque reivindicativo acordándose de los más débiles. Y finalmente cerró la primera jornada del festival nuevamente Julio Moreno a los platos, esta vez con una selección de grupos que habían pasado por Etnosur en sus ediciones anteriores. Hasta donde nuestras fuerzas dieron, todo lo que pinchó fueron canciones en español. Y ya, derrotados, nos fuimos a descansar.

El segundo día, sábado, como es tradición, la música empieza en el Paseo de los Álamos. En este caso fue el grupo japonés Kachimba 4 el que expuso a la una y media de la tarde, bajo un sol de justicia, su rara propuesta, y no por el estilo sino por su procedencia, pues ellos hacen salsa cubana y ritmos latinos. Curiosa mezcla, japoneses tocando salsa. Y después les tocó el turno nuevamente a los djs. En este caso fueron Dj Fixi, Dj Pepal y Dj NumanFunkystar. Y en cuanto a los conciertos ya de la tarde noche, en el escenario del Ayuntamiento hicieron su aparición Djarabikan Balafon, un grupo formado por tres balafonistas y dos percusionistas y ganadores del concurso Vis a Vis de Casa África. En este concierto, como el de la jornada anterior de Javier Paxariño, el público empezó sentado en el suelo, pero no tardaron en levantarse pues los ritmos de percusión de esta banda son poderosos. Antes del tercer tema ya estaba todo el mundo en pie danzando. Uno de los integrantes traía escrito en un papel unas cuantas frases en español, para animar a los presentes, algo que hizo mucha gracia y ayudó a que la conexión entre ambas partes fuese aún más rápida. Y ya se terminaron de ganar al respetable cuando interpretaron, para nuestro asombro primero y nuestro jolgorio después, el Porompompero de Manolo Escobar. Desternillante a la vez que hábil por parte de Djarabikan Balafon, puesto que enganchó al público al instante y todos se pusieron a cantar. La Fura dels Baus volvieron a repetir el pasacalles, y Niño de Elche abrió los conciertos nocturnos en el escenario Etnosur. La propuesta de este artista ya la hemos comentado en otras crónicas, puesto que ya lo hemos visto en alguna ocasión anterior, pero no nos cansamos de decirlo. Esto es arte en estado puro. Raro, pero arte. Y mucho. Y como dije en su momento, esto es un híbrido entre muchas cosas… No es flamenco. No es pop. No es rock. No es nada de eso y es todo eso a la vez. El público, como en aquella otra ocasión, maravillado, encandilado, fascinado. Aunque había también quién decía que no lo entendía. Lógicamente, tiene que haber de todo. Y es que Niño de Elche abre una nueva vía en el mundo del flamenco, y eso es mucho decir. No es ya con la electrónica (eso ya lo hacía el grupo Smash, o posteriormente otros que han tomado ese camino), sino en la manera de expresar ese sentimiento flamenco, en la forma de cantar. Y por supuesto, en las letras. Es vanguardista pero con contenido. En la canción Miénteme hizo referencia a los políticos y dijo que no han ganado las elecciones porque no han utilizado esta canción como sintonía de campaña. Sarcasmo en estado puro. Y terminó como marcan los cánones: «Voy a terminar como terminan los flamencos, por bulerías». Grande Niño de Elche, sí señor. Seguidamente entraron en escena los otros ganadores del Vis a Vis de Casa África. Desde Costa de Marfil llegó Spyro, cantante, autor, compositor e intérprete de reggae. Aunque su música va más allá de este género jamaicano y es capaz de llegar al más puro rock, de tal manera que muchas veces no sabes si de verdad es un artista de un estilo o de otro. Y la noche nos tenía preparados un par de conciertos más de un altísimo nivel. Dubioza Kolektiv hicieron que el recinto se viniera a abajo con absolutamente todo el mundo botando y bailando. ¡Qué descarga musical más impresionante!. Los de Bosnia-Herzegovina la liaron parda con su mezcla de balkan (ejemplarizado con el sonido tan característico de ese saxofón), electrónica y guitarreo. A ratos nos recuerdan a los maravillosos Balkan Beat Box, pero esta gente suena más cañera. Antes de salir y justo a los pies del lateral del escenario, todos ellos se juntaron en corro y, abrazados, se pusieron a dar saltos en derredor, como si fuera un baile talismán. Y al lío. A poner a botar a todo el personal con sus One more time, USA, Firma ilegal, Marijuana, Kazu, No escape (from Balkan) o el cierre de sus actuaciones, la también magistral Balkan funk. Los cantantes no pararon en ningún momento de bailar y recorrerse de cabo a rabo el escenario, desprendiendo una energíayH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - XX Festival Etnosur 2016 que el público recogía y devolvía con una generosidad digna del momentazo que estábamos viviendo. Además terminaron de congeniar con todos nosotros cuando blandieron un par de banderas, una pidiendo apoyo con el logo y el nombre de la plataforma de descargas en internet The Pirate Bay (su postura al respecto está clara y la dan a conocer precisamente en el tema titulado Free.mp3 (the pirate bay song)) y otra la bandera antifascista. Apoteósicos Dubioza Kolektiv. Y el último concierto de este día antes del cierre final con el dj fue el de los mexicanos Nortec Collective presentando Bostich & Fusible, otra descarga sonora intensísima y cuya música la podríamos denominar como el nombre de uno de sus temas, Tijuana Bass. Acordeón, sousafón o helicón (esa especie de tuba que rodea el cuerpo), trompeta y djs es la formación con la que esta banda reivindican sus orígenes mexicanos sin olvidarse que son ciudadanos globales, pues mezclan en una simbiosis impecable, en una combinación de sonidos perfectamente encajados, las músicas tradicionales de sus regiones con la electrónica más avanzada, más vanguardista. Prueba de ellos es ese himno titulado Tijuana Sound Machine y que nosotros pudimos degustar, puesto que evidentemente no faltó en el repertorio que interpretaron. Y todo ello con una entrega y entusiasmo con altas dosis de contagio. Tan es así que no dudaron en bajarse del escenario y aparecer en el foso de fotógrafos para tocar mucho más cerca del público. Y cerró la noche y con ellos los conciertos de esta edición en el escenario principal el dj Sr. Lobezno, un amante de las músicas negras. Director de club, promotor, coleccionista de discos de música negra, pinchadiscos y compilador. Su sesión transitó entre el funk, el boogaloo y cómo no, esos evocadores sonidos negros, dando espacio también a algún que otro tema remember, como cuando pinchó a los mismísimos The Freestylers. Y todo en vinilo. Muy buena sesión, aunque para mi gusto poco étnica, entendiendo como tal sonidos más enraizados con las culturas de los pueblos. Pero vamos, que esto es una opinión personal.

Y ya para terminar, el domingo todo lo que se cuece (y nunca mejor dicho) sucede en el Paseo de los Álamos, donde a la una y media de la tarde Kriptolites intentaban no derretirse ellos tocando pero sí derretir al público con su buena música. Y tras el grupo los djs. Kokian, Urban Selecta y Barbass Sound (Dj Caderas y Jowen Selektah) pusieron el broche de oro a una edición que ha sido todo un éxito en todos los aspectos. Calidad musical, magnífica organización, precios asequibles en restauración, impecable acogida de los habitantes de Alcalá la Real a toda la horda (en el mejor sentido de la palabra, por supuesto) de etnosureños que llegan e invaden el pueblo, inmejorable ambiente entre éstos últimos y una programación a la altura de la edición y que, como siempre nos pasa cuando termina cada año, nos hace pensar inmediatamente ya en la siguiente. Próxima parada: Etnosur 2017. 21, 22 y 23 de julio. ¡Volveremos!. TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: Alejandro López García & Nereida Rubio Gómez. + info | Relacionados | Alejandro López García & Nereida Rubio Gómez – La vuelta al Mundo en 80