Xavier Baró / LLuny del camí ral

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Xavier Baró / LLuny del camí ral Xavier Baró
“LLuny del camí ral”
Quadrant Records, 2009


Nacido a la sombra de Flors de joglaria (Quadrant Records, 2006), Lluny del camí ral podría pasar por un disco de piezas descartadas de aquél, y sin embargo gana en mayor coherencia y unidad, como Cançons del temps de destrals (Satchmo, 2004), y se presta aun más autobiográfico que Xavier Baró canta a Arthur Rimbaud (Satchmo, 2002) que, pese a basarse en textos ajenos, le servían al intérprete como encubierta confesión de los propios demonios internos. Son éstas diez canciones escritas y/o grabadas de noche –dos de las cuales son versiones de Pau Riba y Verdaguer– aprovechando las horas de insomnio: empalmando improvisaciones, desnudas de abalorios –tan sólo guitarra y voz excepto algún instrumento invitado (ahora un laúd, un fondo de órgano de iglesia, unas líneas de bajo, apenas unas pizcas de percusión…)– y un alter ego que firma como el Mag de l´Envelat, Baró propone un viaje introspectivo a un universo poblado por penumbras encarnadas, y brujas vírgenes y duendes bellos, y flores de tiniebla que crecen regadas por lágrimas de dolor, y ríos de cantos y vientos que huelen a amor, y entre pantanos castillos, y muertos que sueñan con mundos de vivos. Aunque carece del tenebrismo de antaño, abundan en sus letras las imágenes surrealistas a medio camino entre la lírica de William Blake (a quien cita en varias ocasiones a lo largo del disco) y el Sisa de la Galeta Galàctica (K-Industria, 2007). Tibiamente experimental –como muestra Ora, Catalina, con reverberaciones que hacen sonar cavernosa la música y espectral la garganta de Baró–, el disco se fraguó casi sin querer, como uno de esos milagros que devuelven a la vida sin que nadie se dé cuenta, como al oír la risa de un niño, ver reverdecer la hierba con ese brillo tornasolado o reencontrar en un beso robado aquel sabor relegado al olvido. En estos tiempos de esquizoprimaveras, Xavier Baró ha compuesto otra banda sonora para reinos emocionales donde la fantasía se tornó tedio mientras se ven pasar los días tejiendo tristezas con raspas de deseos y ruecas de hueso, allí donde la soledad sobrevive a corazones de cristal y desiertos de silencio.www.quadrantcorner.com // Iván Sánchez Moreno