Tuxedomoon
Tuxedomoon
“Pink Narcissus”, Crammed Discs, 2014
La portada gay de Pink Narcissus ya es una pista de lo que contiene el disco. Se trata de la banda sonora que los Tuxedomoon reescribieran para una vieja película del mismo nombre, dirigida por James Bidgood en 1971. De temática queer, el film en cuestión fue equivocadamente atribuido a Andy Warhol durante muchísimo tiempo, hasta que casi treinta años más tarde lo reestrenaron de nuevo, convenientemente restaurado y esta vez corrigiendo el error de su autoría. Pink Narcissus cuenta las fantasías sexuales de un joven dedicado a la prostitución. El chico, como un moderno Narciso prendado de su propia belleza, se imagina a sí mismo como torero, esclavo romano o en un harén masculino. Bellamente fotografiada y de estética kitsch, la obra “anónima” de Bidgood inspiraría luego a muchos otros artistas, cineastas y diseñadores como Derek Jarman, Todd Haynes, David LaChapelle, Rainer W. Fassbinder, Pierre et Giles, Jean-Paul Gautier o Moschino, por citar unos cuantos que le quedaron en deuda.
La música de Tuxedomoon subraya la esencia de cada una de las escenas que acompaña. Se trata en su mayoría de atmósferas lentas, densas y ensoñadoras encadenadas durante una hora, con intermitente protagonismo solista de saxos carnosos, guitarras distorsionadas, órganos eléctricos, bases programadas de percusión, un expresivo violín y un obsesivo bajo. Grabado en directo en 2011 y editado ahora, Pink Narcissus cuenta con la firma de Steven Brown, Peter Principle y Blaine L. Reininger, más el añadido de Luc van Lieshout en vientos y teclados. Obra menor en contraste con otros trabajos del grupo como Desire / No Tears (1987), Cabin In The Sky (2004) o Vapour Trails (2007) –todos ellos publicados por Crammed Discs–, Pink Narcissus se acerca más bien a encargos solventes para la escena como fueron The Ghost Sonata (1991) o el reciente Clear Tears / Troubled Waters (2013), también en Crammed. No obstante, los seguidores más fieles de la banda disfrutarán con materiales como los de Willie, The Storm, Hassidic Pizza o Triumphant Procession, que son verdaderas filigranas instrumentales, neuróticas y rítmicamente minimalistas, como es marca de la casa. +Info | Relacionados | Iván Sánchez-Moreno