Tomate Trío y Cebolla

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Tomate Trío y Cebolla
Tomate Trío y Cebolla

“Canta a Bola de Nieve”, Underpool, 2014

Hay muchos comentarios de grandes personajes de la historia sobre Bola de Nieve, de Neruda Andrés Segovia, o de  Nicolás Guillén a  Lecuona, todos más o menos contemporáneos suyos. Pero me gustaría empezar el artículo con unas palabras de Roberto Fernández Retamar. «Se recuerda la primera vez que uno oyó a Bola de Nieve como un cubano recuerda la primera vez que vio la nieve; como algo natural y misterioso que daba alegría y, desde luego, un poco de tristeza”.  Así era y es la música de Ignacio Jacinto Villa, más conocido como Bola de Nieve, pero claro, no tuvimos la suerte de verlo en directo. Así que el malandro (en el sentido brasileño de la palabra) más grande de este país, era el único que podía tratar de ponerse en su piel y ofrecernos algo parecido a lo que debería ser la música en vivo de Bola de Nieve, me refiero, claro está, a Javier Galiana, el pianista gaditano, que nos sorprendió con sus excéntricos Spice Berberechos donde acuñó por primera vez aquel Malandro Limón que estoy seguro gustaría a Bola, después pasó a formar junto al Chipi, los increíbles La Canalla, recrea con el inquieto Julián Sánchez propuestas free a mansalva y ahora nos ofrece su manera de entender al gran Bola. Creo que con Julián Galiana, pasa un poco lo mismo que con Ignacio Jacinto Villa,  son gente de vodevil, en el caso del gaditano puedes reír con su manera de interpretar o con sus camisas chillonas, pero también da un poquito de tristeza con sus historias cotidianas. ¿Los temas que componen este disco?  Los que ya conocemos, aquellos que hacían del Bola un cantante de música popular, Drume Mobila, Ay amor, No puedo ser feliz, Babalú, Chivo que rompe tambó, Messié Julián, No siento, Mama perfecta, en fin todos sus éxitos. Si alguien escucha este trabajo sin conocer la obra de Bola de Nieve (podría ser) podrá acusar a Galiana de histriónico, de exagerado o incluso de sobreactuar. Todo lo contrario, creo que Galiana en esta ocasión, lo que ha hecho es ofrecernos exactamente como debía sentir la música el cubano más original de toda la historia. Creo que Javier Galiana ha pretendido y conseguido ofrecernos lo que él siente cuando escucha a Bola, esa pasión por lo popular, esa manera de explicar historias que dominan por igual los cubanos que los gaditanos, esa forma de usar el piano como si fuera otro yo. Ni Bola ni Galiana son grandes virtuosos del instrumento, la historia musical está llena de mejores pianista, lo mismo podemos decir de la voz, pero en el momento de conjugar esas letras con el sentimiento del piano ambos son  únicos, vuelvo a escuchar No puedo ser feliz, y después de más de 20 años escuchándola, todavía es mi canción favorita. Acompañan a Galiana, dos músicos tan canallescos como él, José López al contrabajo y Juan Sáinz a la batería. Imprescindibles en esta labor de llevar la música de Bola al jazz, sin maltratarla. Añadiendo contenido como en el caso de Messié Juliá, o llevándola al latín jazz más actual como en Mama perfecta. Tumbadora. Puedes escucharlos de momento, el  jueves 5 en el Jazz Griffin de Sabadell y el sábado 7 en el Jamboree de Barcelona y lunes dia 9 en el Jazzsí Club. Mucha suerte.  + Info | relacionados | Candido Querol