Sofia Karlsson
Sofia Karlsson
"Svarta ballader (Black Ballads)"
Amigo Musik / Karonte, 2005
www.amigo.se
Desde Estocolmo, la capital sueca con aires de primerísimo primer mundo, nos llega, con cierto retraso, este disco de Sofia Karlsson. Aunque no podamos entender las letras, algo podemos percibir en el ritmo, la cadencia y las formas de abordar las once composiciones que nos ofrece. Además, el título del disco, "baladas negras", ya dice bastante. ¿Qué podemos imaginar con un título así? Tal vez que, si entendiéramos el sueco, quizá nos desgarraríamos al conocer su contenido. Pero como sólo nos quedamos con el recubrimiento musical, instrumental y vocal, la cuestión es algo más soportable, incluso interesante. Karlsson es una vocalista sueca con diferentes influencias en un amplio abanico de estilos. Su formación es puramente clásica, aunque de alguna manera ha dirigido su interés hacia cierto tipo de folk, por supuesto muy refinado. Las letras de las canciones son, en su mayoría, poesías de Dan Andersson, poeta y escritor ya fallecido que, al parecer, ha dejado una popular estela en el pueblo sueco. ¿Este homenaje al poeta se puede encuadrar en el ámbito del folk? Sí, pero a una temperatura tan baja, con un tono tan distante. que se nos hace difícil mantener la atención. Encontrar la belleza es posible, pero seguramente requiere tiempo. El estilo de Sofia Karlsson parece hacer gala de sus influencias. Comienza con composiciones que se mueven entre la música más tranquila del universo celta, el frío country del Medio Oeste norteamericano, canciones líricas y el clásico estilo de cantautor. Poco a poco uno va desgranando otras cualidades. En algunas canciones, por ejemplo, se deja acompañar por vocalistas femeninos y masculinos que, con seriedad, crean un contrapeso auditivo. Los sonidos instrumentales van apareciendo como una estela, de forma paulatina, y, sin sobresalir, van ganando espacio a medida que avanzan las canciones. Desde el bandoneón a instrumentos tradicionales suecos, pasando por pianos, trompetas o contrabajos, el movimiento rítmico y melódico que construyen en las canciones las hace caminar con seguridad (a eso se le llama profesionalidad). También destaca que la mayoría de las composiciones parten de un armazón muy sencillo para desembocar en otros más complejos, en los que, prácticamente sin dar un respiro a la tristeza, pasan a convertirse en auténticas piezas de música clásica (o algo parecido). El interés de este trabajo se centra, sobre todo, en la sobriedad de los temas y en cómo la voz de Karlsson se deja caer tan suavemente sobre nuestros oídos. Eso sí, se agradecería una traducción (al menos al inglés) para conocer un poco más sobre la temática de estas "negras" canciones. // Antonio Álvarez