Sinéad O’Connor
Sinéad O’Connor
Festival Únicas
Palau de la Música Catalana. Barcelona
11 de junio de 2008
La primera visita a Barcelona de la dublinesa Sinéad O’Connor en el marco del Festival Únicas era una cita ineludible. A pesar de que fuera una gira acústica, a pesar de su fama de polémica, a pesar de su estilo siempre cambiante, pero es que su extraordinaria voz está por encima de todas esas posibles vicisitudes. En 2003 anunció su retiro de la música, pero por suerte en 2005 editó Throw Down Your Arms (Rocket Science) un recomendable disco de reggae que significaba un giro de 180º respecto a todo lo que había hecho anteriormente. Y en 2007 Theology (Ruby Works), un doble CD de ambiente enigmático y espíritu religioso. De los dos discos uno de ellos está grabado en acústico (Dublín Sessions) y el otro con banda completa (London Sessions), casi con las mismas canciones en cada uno de ellos. Esas eran las referencias musicales antes de su visita y no se sabía con certeza cual iba a ser el repertorio. Antes de empezar los alrededores del Palau eran un hormiguero y se aventuraba que se iba a quedar público sin entrada. Una vez dentro, el amplio escenario apenas estaba ocupado por un teclado y un par de sillas con sus respectivos micros. Salieron a escena con gran puntualidad el guitarrista Steve Cooney, co-productor junto a Sinéad de las Dublin Sessions, y el multiinstrumentista Kieran Kiely, que se encargó de guitarras, acordeón, flautas y teclados. Entremedio de ambos Sinéad con un aspecto bastante informal, descalza, con blusa ancha y tejanos que dejaban ver una silueta ligeramente ensanchada, y con su clásico corte de pelo al uno. Y casi sin decir palabra empezó el concierto. Las cinco primeras canciones las extrajo del Theology, fueron Something Beautiful, If You Had A Vineyard, Whomsoever Dwells, Watcher Of Men y Dark I Am Yet Lovely. Melodioso acompañamiento para esa voz que te llega a las entrañas y un Palau repleto y entregado a la artista. A partir de ahí hizo un repaso a temas más antiguos. Tocó la emotiva The Healing Room y la preciosa All Babes. Se quedó sola en el escenario para cantar guitarra en mano Black Boys On Mopeds, su primera visita al inmejorable disco I Do Not Want What I Haven’t Got (EMI,1990) y de verdad que fue estremecedor. Solo era una voz y una simple guitarra, pero delante había mal de mil personas que estallaron en aplausos cuando acabó el tema. Después cayeron Big Bunch of Junkie Lies y Never Get Old y llegó el momento más esperado con el Nothing Compares 2 U. Pero pasó lo que nadie esperaba. Si todo el mundo tenía en su memoria las lagrimas que caían de Sinéad en el video de la canción, aquí se le escapó una pequeña risa floja mientras la cantaba. Después se disculpó explicando que se había acordado de una broma entre ella y su guitarrista Steve. Fue la única sonrisa que salió de su cara, porque durante toda la actuación se mostró más que sobria. Tras el momento esperado, I Am Stretched on Your Grave y, para mi la insuperable, The Last Day of Our Acquaintance y acabó con el agradecido Thank You For Hearing Me. Fin de concierto a la hora y cuarto. De regalo volvió a salir ella sola para dejar dos temas, la maternal This Is To Mother You y Emma’s Song. Concierto para enmarcar pero que supo a poco, a poquísimo, diría yo. // Miguel Amorós.