Shy Guy Douglas
Shy Guy Douglas
“Stone Doin’ Alright”
Black Magic Records / Rounder
www.roundereurope.com
Incluso en nuestro momento actual de inflación de información sobre cualquier tema, lugar o persona, algunos elementos se escurren de los dedos de la omnipotente gran base de datos y dejan entrever muy pocas luces sobre su actividad. De hecho, el texto más extenso que hemos encontrado sobre el cantante y armonicista Tom “Shy Guy “ Douglas, su vida, obra y milagros, es el que acompaña este CD en sus créditos, ni siquiera la página web de la compañía discográfica ha facilitado la labor del cronista y sólo presenta un rácano resumen del mismo texto. Leemos que pocos detalles se conocen de la vida y de la actividad musical de Shy Guy Douglas, tan sólo algunos datos sobre sus grabaciones para diversos sellos de música negra entre finales de los cuarenta y los sesenta, algunas de ellas editadas en singles y otras inéditas, entre estas últimas se menciona una para el sello Sun Records de Memphis, del legendario Sam Phillips. Incluso cuesta datar la desaparición del artista y a lo sumo que se puede concretar es que tuvo lugar a mediados de los setenta. Este CD presenta una gran parte de sus singles y algunos temas inéditos de todas esas grabaciones, producidos todos ellos por quien fue su descubridor, Red Wortham, que dio con Douglas en los pequeños locales del circuito de música negra, submundo marginal de la blanca Nashville, lugares en los que pululaban algunos músicos que alcanzaron mucho mayor renombre, como el eterno vocalista Rufus Thomas y el vertiginoso guitarrista Slim Harpo. La parca información se extiende al material gráfico, una exhaustiva búsqueda ha arrojado tan sólo cuatro instantáneas, que juraría provienen de la misma sesión por la indumentaria y el aspecto. El último reto para superar tanto ostracismo se lo dejo al sufrido lector, si quiere hacerse con el CD, en la página web de la compañía aparece la frase “Temporaly out of stock”, ¿merece la pena hacerse con la obra?, si les gusta el blues tradicional mezclado con un cálido jazz, les aseguro que es una grata experiencia. // Antonio Gázquez