Seun Kuti & Egypt 80
Seun Kuti & Egypt 80
Joy Eslava, Madrid
20 de mayo de 2009
A pesar de que Seun Kuti ya se había dejado caer por nuestro país en más de una ocasión para actuar, nunca lo había hecho en Madrid, y lo que más me concierne a mí, nunca había podido verle. Gente más afortunada ya me había recomendado que, como buen amante del afrobeat, no podía perder la ocasión de ir a verle en cuanto pudiera, ya que nadie como él encarna en la actualidad el legado y el espíritu que su padre dejó. Así que entre tantas expectativas creadas, más las ganas ya de por sí intrínsecas que tenía por ver una actuación suya, la motivación, a pesar de ser miércoles, era altísima. Pues bien, si la motivación y la expectación eran grandes, las sensaciones y las conclusiones tras acabar el concierto fueron aún mayores. Sin ninguna duda, un concierto de Seun Kuti es lo más parecido a ver, una ya imposible actuación de su progenitor. El músico nigeriano ha heredado la colosal banda que acompañaba a Fela en su última etapa: Egypt 80. Ha heredado un repertorio que es capaz de interpretar con una brillantez y una exactitud milimétricas. Ha heredado su voz, su forma de moverse por el escenario, y podemos decir que hasta su indumentaria visto el traje que se puso para la ocasión. Toda una amalgama de herencias que se traducen también en una capacidad para componer a la altura de lo esperado. Y es que Seun Kuti vino a presentar su poderoso disco de debut: Many Things, Tôt Ou Tard 2009, que sobre el escenario se torna aún más enérgico y arrollador.
La velada comenzó con un guiño al rey del afrobeat. La nutrida banda de 14 integrantes desgranó My lady frustration, uno de los platos fuertes de Fela Kuti. Entre la vasta formación había que destacar la presencia de dos coristas que ejercían de bailarinas. Entre estas dos animadoras se encontraba una de las hermanas del saxofonista. Con su imagen puramente tribal y sus eróticos contoneos fueron uno los grandes focos de atención de la noche.
El show, cargado de esa fuerza rítmica y el empuje que propiciaban las ráfagas de los metales, fue ganando en intensidad según avanzaba el repertorio. En la recta final sacaron la artillería pesada con los temas más cañeros, caso de Mosquito song. Si algo se le pudo echar en cara fue que la hora y media que duró la fiesta se hizo corta. Con el respetable ya en trance se hubiera agradecido media hora más de rítmica yoruba.
Seun Kuti no es una simple radiografía de su genial padre, sino que es un artista con una solvencia y entidad propias que le van a llevar, seguramente, a cotas de reconocimiento propio muy altas. // Bruno Freire León y Miguel Angel Sánchez Gárate. Foto: Eduardo G. Magaña
Video realizado por lainformacion.com