Sagarroi
Sagarroi
“Haikua”
Sagarroi Ekoizpenak, 2009
Valentía en esta expresión de cotidianidad, de lo más cercano, de aquello que por su simplicidad, la mayoría de veces, no valoramos.
En estos tiempos, que quieren vendernos “complicados” unos inidentificables “maestros” barrocos, lanzar trece canciones al aire como se sueltan trece sentimientos, me resulta liberador. En el sentimiento no hay verdad o mentira que ocultar. Quinto disco de Sagarroi, el erizo. Y vaya camino andado desde el hardcore de Meatzaldea (Metak, 2001). Si desde entonces Sagarroi viró de forma natural hacia los mares del sur con el ska y los ritmos caribeños de Euria ari Duela (Metak, 2003); enriqueciendo el reggae, la cumbia o el dance hall con los sabores balcánicos en Toulouse (Metak, 2001) o en Baleike (Kasba Music, 2006), sorprende ahora la incursión en las costas niponas a través del Haiku. Esta forma poética japonesa se caracteriza por tres versos de 5, 7 y 5 sílibas, austeridad, sencillez en el estilo y temática fundada en las vivencias del día a día, los cambios de estaciones, la lluvia, el viento… Escritos por Iñigo Muguruza y Karmele Jaio, traidos en la mente tras el Sagarroi Japan Tour del 2006 y musicalizados a mi parecer con lógica aplastante, respetando la filosofía poética del Haiku. Las voces de Iñigo y Miren Gaztañaga (tremenda en el tema Bakardadea) siempre al frente, como si los tuvieras en casa. Difícil hoy en día encontrar voces grabadas así, tan naturalmente próximas y desnudas. La guitarra de Iñigo, el bajo de Carlos Zubikoa y la batería de Iban Larreboure al fondo, pintando el Haiga, ilustración que suele acompañar al Haiku, junto a los cálidos colores de Asier Ituarte al trombón o la melódica. Segarroi con su estilo marca de la casa, da un paso más allá con un formato acústico, sincero y claro, en que la potencia se obtiene por proximidad. Un viaje desde lo más íntimo, reflejado en temas como Bakardadea, Berandu da oraindik, Elur malutak o Haizearen txistua, a los sentimientos plurales de Herriko plazan (En la plaza del pueblo / la canción de sobremesa / ladridos de perro), Euskal ametsak, Askatasuna o Negarrez. De todo ello fui testigo el pasado viernes 15 de mayo en