Ry Cooder

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Ry CooderRy Cooder
”My name is Buddy”
Nonesuch Records / Dro East West
www.nonesuch.com

Tremendo reto el planteado por el guitarrista norteamericano a sus seguidores. Porque My name is Buddy no es “another record by Ry Cooder” como se puede leer en la portada. Nada de eso. En la línea del trabajo conceptual que supuso Chavez Ravine (Nonesuch / Dro East West, 2005) y sus relatos de pachucos angelinos, el nuevo disco de este aventurero musical narra la historia de tres amigos viajeros que responden a los nombres de Buddy Red Cat, Lefty Mouse y Reverend Tom Toad. Así que aquellos que no dominamos el inglés de forma excelente, nos vamos a perder buena parte de las andanzas de estos tres animales parlantes que viajan hacia la Costa Oeste atravesando el interior de Estados Unidos, en los tiempos de La Gran Depresión, días de “fatiga, granjas en quiebra, huelgas, ciudades decadentes, vagabundos y trenes”. Pero, en realidad, este punto no acaba siendo tan importante, pues piezas como Suitcase in my hand, Three chords and the truth, Footprints in the snow o The dying truck driver están destinadas a convertirse en clásicos del repertorio de Cooder. Porque si bien el guitarrista revisita el sonido y el sentimiento de las viejas canciones del Medio Oeste estadounidense (de Woody Guthrie a Hank Williams), ese repertorio con el que construyó sus primeros trabajos hace más de treinta años y que le dieron reconocimiento y personalidad, lo cierto es que Cooder escribe todas las canciones. Al viejo estilo, eso sí. Con letras que hablan de solidaridad y fraternidad entre compañeros. Y abarcando estilos muy diversos, desde el tex-mex (Christmas in Southgate) al soul-gospel (Sundown town), pasando por su personal estilo de trovador desencantado (Green dog). A sus habituales escuderos Jim Keltner y Joachim Cooder se suman el legendario Pete Seeger, el acordeonista Flaco Jiménez o los cantantes de soul Terry Evans y Bobby King. Suficientes pistas para que aceptes el reto si eres de los que por “otro disco de Ry Cooder” entiendes un trabajo que, ya de entrada, despierta tu interés dado el prestigio de quien pone su firma. Y haz como yo: no te preocupes por tus conocimientos de inglés. // Jordi Urpi