Rosario La Tremendita
Rosario La Tremendita
SFB El Dorado, 12 de diciembre de 2013
En el 2007, para la primera actuación de la recién inaugurada SFB El Dorado, se escogía a esta joven cantaora como representante de lo que debería marcar el futuro del flamenco, el respeto. Esta trianera, viene de familia con solera, conoce los cantes, y ofrece en sus recitales todo el saber que atesora. Su primer trabajo «A tiempo» Harmonia Mundi 2010, donde colaboraban músicos como Marcelo Mercadante y Raynald Colom, demostrando que no le teme a las fronteras, ahora con este segundo álbum «Fatum» Picap 2013, vuelve a arriesgar por que puede hacerlo. Estaba muy contenta de estar en El Dorado y la verdad es que aun que había poco público, fue un concierto memorable. Empezó con unos Aires de Triana que estaban en el primer disco, con La Tremendita me ocurre cada vez que la escucho que se me juntan dos sensaciones, la primer que si cierro los ojos parece que escuche a una cantaora de 50 años, tiene una voz echa. La segunda sensación tiene que ver en que como usa las palabras para comunicar, parece que hable en vez de cantar, así pues en cada palabra está remarcado el sentimiento que conlleva y eso le da una grandeza infinita, un poco como pasaba con Caracol. Siguieron unas alegrías y ya la guitarra de Salvador Gutiérrez se creció, que bien sonaba por alegrías. A continuación una malagueña de su nuevo trabajo, Donde habita la ignorancia, como canta por malagueñas, como aguanta los momentos difíciles, y que bien introduce el guitarrista algún ritmo que no molesta. Nos explica sus recuerdos de las seguiriyas de Mairena, y como le costaban 10 minutos de seguiriyas cuando le obligaban a escucharlas de pequeña, se lanza con una y vuelve a demostrar que no le teme a ningún cante. Recuerda sus momentos en Barcelona donde se grabó el primer disco y se emociona y nos emociona un poco más con Los Encantes, una preciosa guajira. Coge la guitarra y explica que se va a atrever con unos tientos, Mi voz descalza, también del nuevo trabajo. Aun que seguro que sabe tocar la guitarra, enseguida me doy cuenta que le faltan manos, ya desde el principio del concierto me ha sorprendido el ritmo de esta mujer, como lleva el compás continuamente con el pie y con las manos, que manos tan expresivas, lo siento pero si solo tiene dos manos las necesita para cantar. Sigue Mi noche triste, la vidalita que inmortalizara Gardel y que tantas veces he escuchado en su disco anterior, como la canta, genial. Arranca con una solea, porque le apetece igual que le había apetecido la malagueña, porque estaba muy a gusto, su voz estaba caliente y no tenía prisa, siempre se nota y se agradece. Unos tangos de su nuevo disco, y como no para terminar unas bulerías y las coplas que ya cantaba su bisabuela, con esa letrilla tan divertida y al mismo tiempo tan profunda que es Enriqueta La Pescaera. Muy grande, de verdad. + info | relacionados | Candido Querol