Ravi Shankar
Ravi Shankar
“Reminiscence of North Vista (Nine Decades, vol. II)”, East Meets West Music / Harmonia Mundi, 2011
Por definición, el mundo nunca funciona correctamente cuando le aplicamos verdades absolutas. Aunque siempre hay unas pocas excepciones que confirman la regla. Y una de ellas es aquella que explica que, hasta no hace mucho, la mayoría de nosotros sólo hemos visualizado la música clásica india a través del sitar y del enorme tamaño de la figura de Robindra ‘Ravi’ Shankar. Nacido en la ciudad sagrada de Varanasi (Uttar Pradesh, la India) en 1920, Ravi Shankar es, todavía hoy y tras toda una vida dedicada íntegramente a la música, un visionario, un pionero, un experimentador y un catalizador. Sólo esta entusiasta personalidad puede explicar que a sus 90 años, y a pesar de los graves problemas de salud que padece, se haya implicado en el nacimiento de un nuevo sello discográfico, de nombre East Meets West Music. Cuidado, no da este paso porque necesite editarse su propio material creativo o porque su nombre haya quedado olvidado en un cajón, como ha sucedido con otros grandes artistas. Por citar dos referencias recientes, encontramos la autobiografía Mi música, mi vida (Alba Editorial, 2009) o el dvd L’extraordinaire leçon (Accords Croisés / Harmonia Mundi, 2010) para confirmar el interés que todavía existe por su trabajo y su obra. Sucede que Ravi Shankar ha hecho de la música una forma de vida. Y así será mientras las fuerzas (pocas ya, no nos engañemos) se lo permitan. Tras las dos primeras referencias de la nueva marca discográfica (el dvd Raga, a film journey y el disco Nine Decades, vol. 1 (1967-68)), llega este Reminiscence of North Vista, una grabación recuperada recientemente de los archivos personales del maestro indio y que, más allá de su valor musical, esconde una curiosa historia. North Vista es el nombre de la calle de Los Angeles (California, Estados Unidos) donde Shankar y los suyos se instalaron a finales de los años sesenta del siglo pasado, cuando la amistad con el beatleGeorge Harrison había convertido al tocador de sitar en una exótica estrella del pop occidental. En el jardín de aquella casa, Shankar y su fiel Alla Rakha ofrecieron numerosas actuaciones privadas, a las que acudían a menudo personajes como Peter Sellers, John Lennon, Marlon Brando o el citado Harrison. Y una de aquellas sesiones es la que ahora llega a nosotros gracias a este disco. Ofrecida apenas una semana después de su complicado concierto en el festival de Woodstock (agosto de 1969), esta relajada actuación nos permite disfrutar de Shankar y Rakha interpretando dos populares ragas nocturnos, una hora larga de música que la pareja aprovechó para evidenciar la calma y la tranquilidad propias del momento (la mayoría de ragas tienen un vínculo con una hora del dia o una estación del año concretas), para mostrar su dominio de los instrumentos y de los modos melódicos indios, y para exhibir sin excesos gratuitos sus capacidades en la improvisación. En definitiva, dos artistas del máximo nivel expresándose en todas sus dimensiones. www.eastmeetswestmusic.com | Relacionados | Jordi Urpi