Portugal Experiencia

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Portugal Experiencia: Lula Pena, por encima de las circunstancias

Jardinets de Gràcia, Barcelona 9 de junio de 2012 

Se puede pensar en circunstancias más adversas cuando se programa una actuación, pero cuesta. Es lo que pasó en el festival Portugal experiencia / Portugal convida que culminó el sábado día 4 de junio de 2012 en los Jardinets de Gràcia, en Barcelona.

Recuerdo que cuando comenté Troubadour, el segundo disco de Lula Pena, decía que la sensación al escucharlo, era la de estar en su casa y que ella se levantase, cogiera la guitarra y se pusiera a cantar. Tratar de conseguir esta ambiente en un espacio al aire libre en el centro de Barcelona, con coches pasando, a menos de diez metros, por uno y otro lado del escenario; con gente que está esperando diferentes eventos, algunos puede que su actuación; pero otros el partido de futbol posterior que se retransmitirá en la gran pantalla y que limitaría en el tiempo, indefectiblemente, el recital; e incluso otros el grupo de rock portugués Blind Zero que seguirá al futbol…

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Portugal ExperienciaSi a todo esto añadimos una ventolera que hace que el ruido del aire se cuele por los micros y unos puestos de comida donde la gente hace cola, con el olor de comida y el humo de las parrillas llegando hasta el lugar del evento; tenemos la situación soñada “por su peor enemigo”, para una actuación de Lula Pena.

Antes de salir, Lula Pena nos había dicho que las condiciones no eran las idóneas, por lo que estábamos intrigados sobre lo que iba a pasar, mientras veíamos a los saltimbanquis del Circo Chapitô que frente al escenario y entre el público, intentaba distraer la espera del respetable que de pie, sentado en los parterres o haciendo cola en los chiringuitos de comida, deambulaba por allí.

Y cuando faltaban menos de 5 minutos como una premonición sonaron las bocinas que los aficionados al futbol tenían preparadas para amenizar el partido, después de las canciones de Lula Pena.

Lo dicho, nuestra curiosidad iba en aumento, pero con ella la esperanza de que todo saliera lo mejor posible.

Y empezó el concierto. Bueno, eso había de ser, porque ya era la hora pero los artistas del circo no habían acabado su número y hasta quince minutos más tarde de lo previsto la cantante no salió al escenario.

El primer tema que tocó fue el Acto I de su disco Troubadour, en una versión algo más reducida. Tuvimos que pegarnos a las vallas que protegían el escenario para intentar oírla a ella, aislándonos del ruido de la gente que, en su mayoría, ni escuchaba ni dejaba de hablar ni de hacer ruido, amenizado con el paso de los vehículos y el viento. Al acabar el tema, el público, el mismo que había estado hablando y sin escuchar, se unió a los que sí que intentábamos hacerlo y, amablemente, aplaudió.

Lula Pena atacó el segundo tema, correspondiente al Acto II y así fue desgranando la mayoría de las canciones del disco Troubadour, con una incursión en Phados, su primer trabajo, interpretando Fria Claridade.

Todo ello se amenizaba con la voz en off de la organización que salió por los altavoces en mitad de un tema asustando ostensiblemente a la artista; con la llegada de los aficionados alemanes, recibidos con gritos por los portugueses; además de los otros inconvenientes ya citados.

Y así, después de menos de una hora, pues como dijo Lula Pena, “Seguiría cantando, pero el Mundial me callará” acabó su actuación.

Lo primero que quiero destacar es la absoluta profesionalidad de la cantante, que, pese a la adversas condiciones, incluida una tendinitis en su muñeca  derecha que la dificultaba para acompañarse a la guitarra, supo estar en todo momento a la altura de las circunstancias. Lo segundo es que pude constatar que, con todos los problemas para escucharla en condiciones, me pareció una interprete extraordinaria, tanto por su forma de cantar como por la manera absolutamente personal de tocar la guitarra: “Es muy difícil separar la guitarra de la voz, es como un todo…” nos había dicho antes.

Es una verdadera lástima que la primera actuación de Lula Pena en Barcelona, después de quince años de haber estado aquí, es decir, la primera actuación desde que publicó sus dos discos, se haya desarrollado de esta manera.

Yo lo único que pude hacer al acabar, entre gritos de los aficionados portugueses que ni esperaron que Lula Pena abandonara el escenario para jalear ostentosamente a su equipo de fútbol, fue dirigirme rápidamente al coche, que por suerte estaba aparcado cerca, y escuchar el disco de Troubadour, con los ojos cerrados, como si la estuviese viendo en el escenario, en un acto de desagravio personal que intenté que sirviese como una disculpa de esta ciudad que la acogió tan mal el otro día. MyspaceFederico Francesch | DESAFINADO RADIO