PaGAGnini

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Temporada Alta

Auditori de Girona, 8 de noviembre de 2015

Cuando un espectáculo lleva unos ocho años representándose; puede llenar el Auditori de Girona dos veces en un mismo día, en sesiones de mañana y tarde;  y finaliza con el público en pie, aplaudiendo a los artistas fervientemente, es que tiene algo especial. ¿Qué es lo que tiene PaGAGnini?

Lo indica en su propio nombre, en el que encontramos una referencia al autor de algunos de los pasajes para violín más complicados de la música clásica; y otra al humor. Porque de eso se trata; de un espectáculo cómico, en el que un cuarteto de cuerda nos acerca la música seria, entre comillas, de una forma distendida, con unos gags a veces cercanos al slapstick, alternado con otros mucho más sutiles. Todo ello gracias al montaje que, juntamente con Yllana, ese colectivo de creación madrileño, los artistas han imaginado, en un equilibrio que hace que el espectáculo, con varios niveles de lectura, sea adecuado para muy diversos tipos de público.

Y si el humor es uno de los tres pilares sobre las que se sostiene PaGAGnini, y el otro es el de la música que se escucha; el tercero es layH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - PaGAGnini forma como los cuatro músicos, y actores para esta ocasión, la interpretan. Con un Ara Malikian pletórico, al frente. Ese violinista que se permite tocar los tema que forman la historia más sagrada de la música clásica revolcándose por el suelo o dando saltos imposibles, ―buscad en Youtube el video grabado en directo en el Teatro Real de Madrid interpretando El Verano, de Vivaldi―, con tres compañeros de aventuras, que no se quedaban atrás. El violinista Fernando Clemente, el más sensible del conjunto, con su historia de amor con una espectadora, para la que cantó La Javanaise, de Serge Gainsbourg, uno de los dos fragmentos musicales modernos del espectáculo, y con la que intentaba volver en cuanto tenía ocasión; el violoncelista Gueorgui Fourdnadjiev, cargando con su instrumento y su arco, con punta de flecha incorporada; y Eduardo Ortega que hizo una demostración con un violín midi y una pedalera de loops, ofreciendo el otro tema actual de la función, nada más y nada menos que With or without you, de U2, casi en plan heavy metal.

Entre los temas clásicos pudimos oír obras de Pablo de Sarasate ―una interpretación absolutamente alocada del tema que abría el concierto y que ya auguraba lo que éste iba a ser―; Manuel de Falla ―con el violín de Fernando Clemente produciendo sonidos absolutamente inadecuados que los otros le recriminaban, y con un final de castañuelas y baile español―;  Luigi Boccherini ―con una llamada telefónica inoportuna, que resultaba ser para el mismo Ara Malikian, que, mientras la atendía, no veía como sus compañeros aprovechaban para tocar música country, que interrumpían cuando él los miraba, hasta que conseguían arrastrarle a él mismo en su interpretación―; Johann Pachelbel ―en uno de los números más divertidos, jugando con los tempos en los que interpretaban la obra, con tango incluido―; un tema de música contemporánea, compuesto para la ocasión por ellos mismos ―en el que sacaban a dos espectadores para acompañarlos, primer encuentro amoroso de Fernando Clemente y su amada―; W. Amadeus Mozart ―uno de los gags más sutiles, cuando Ara Malikian y Eduardo Ortega, después de que la voz en off hablaba extensamente sobre el mejor compositor de todos los tiempos, se miraban y ponían cara de no saber a quién se refería―; como no, Nicolo Paganini ―endiablada interpretación, para su lucimiento―; y como bis, un fragmento de Las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi ―por momentos, con aires balcánicos―.

Una mezcla, la que nos ofrecía la obra, llena de humor y de buena música. Un espectáculo inteligente del que el público salió absolutamente satisfecho, que repetía en Temporada Alta, tras su participación el año anterior, y que, tras verlo, entendíamos claramente el porqué de esa vuelta nuevamente al Festival. + Info | RelacionadosTexto y Fotos: Federico Francesch | DESAFINADO RADIO