Orchestre National de Barbes
Orchestre National de Barbes
“Alik”
Wagram / Karonte, 2007
www.orchestrenationaldebarbes.com
Una gran alegría y un gran placer el ver editado un nuevo disco de una de las bandas más revulsivas de Francia y de todo el Magreb. Hace ya nueve años desde su anterior disco Poulina (Virgin, 1999) y once del imprescindible En Concert (Virgin, 1997). Y la verdad es que imaginábamos lo peor sobre el futuro de esta macro formación que desde 2002 decidió tomarse un descanso. Además la última vez que los pudimos ver fue en junio del 2006 en el Festival Etnival y no fue uno de sus mejores conciertos. Sin embargo ha sido una agradable sorpresa su vuelta y la grabación de este excelente disco. Hay que contar que siete de los diez componentes que ahora la constituyen, pertenecen a la formación original. Y se nos ocurren varias bandas que han surgido de proyectos paralelos como los celta-bereber de Thalweg o el jazz-árabe de WDR Big Band Cologne. Pero ahora la banda la componen el bajista Youcef Boukella, principal instigador desde los inicios; el percusionista, cantante y animador oficial Kamel Tenfiche; el teclista marroquí Taoufik Mimouni y el vocalista rico en registros Mehdi Askeur. Ellos siguen siendo los compositores principales, pero también siguen Fateh Benlala con su mandol y su canto chaâbie y kabile; Fathellah Ghoggal el guitarrista “knopfleriano”; Ahmed Bensilhoum el gran percusionista (en todos los sentidos) y Michel Petry el batería-pulpo. Todos ellos componentes fundadores. Ahora también Mustapha Mataoui a la guitarra y Khlif Mizzialaoua a los teclados, forman parte de la nueva reencarnación de esta banda pionera en la fusión musical. Pero centrándonos en el disco advertiremos que aunque sigue la línea trazada con sus dos anteriores, que mezclaban con acierto y buen gusto las raíces magrebinas, africanas y occidentales, este tercer disco, el de la madurez, tiene un espíritu bastante más rockero, aunque siempre dentro de los propios parámetros de la ONB. Y a resaltar dos tributos “extremos” que han querido dejar en este Alik, que viene a traducirse como ¡atención!. Por un lado el homenaje en tres canciones a tres compositores argelinos. Mohamed Larbi también conocido como Cheikh el Mamachi un gran poeta y cantante beduino, Slimane Azem un disidente kabile y Mohamed Mazouni un inmigrante “insolente” de los años 60 (de él es la canción Ecoute-Moi Camarade que abría el Diwan 2 de Rachid Taha). De la adaptación de una canción del primero resulta Civilise, el tema que abre el disco y que es un gnawa–raï-rock de tremenda fuerza. Del segundo surge Residence, un canto sobre la inmigración actual y que musicalmente es una sorprendente mezcla de zouk y rumba congoleña súper dinámica. Y del tercero adaptan La Rose y de la que hacen dos versiones, una un vals en toda regla y la otra una revisión reconocible por el singular estilo de la ONB. Y el segundo homenaje es a una de las bandas también tradicionales (y eso son sus palabras), pero en este caso occidentales, The Rolling Stones. De ellos hacen el Sympathy For The Devil, canción con la que desde hace años cerraban sus conciertos, en una versión fantástica como solo ellos son capaces y que posee, por lo menos, la misma fuerza que la versión del Rock el Kasbah de Rachid Taha. De hecho es un como una “devolución de favores” porque los Stones utilizaban el famoso tema de la ONB, Alaoui, en sus conciertos. Pero hay más, Khalti Hlima una efectiva adaptación de un tema popular gnawa, Lila un vigoroso alaoui o el hipnótico Alik, el tema que da título al disco, son otras perlas a disfrutar. Además dos tonificantes temas como Wawa y Madame, donde Kamel luce sus dotes de cantante, en directo van a funcionar sin remisión. Ahora que Rachid Taha está en horas bajas y tras la penosa desaparición de Cheikha Rimitti, la ONB ocupa el trono de las músicas fusionadas del Magreb. Y aunque la música de la ONB mezcle ritmos tradicionales y modernos, urbanos y rurales y suene a rock, chaâbi, reggae, salsa, raï, alaoui, gnawa o jazz, nunca lo disfrutaras mejor que en directo, ese es su medio natural. Así que los que podáis acercaros a La Mar de Músicas (5 de julio) o a Pirineos Sur (17 de julio), podréis deleitarse de este renacimiento anhelado por muchos y por ahora solo disfrutable por unos pocos. Esperamos y deseamos una gira más amplia. // Miguel Amorós.