Noega
Noega
«Poema Sinfónico», Resistencia, 2012
En este país no es muy habitual concebir un disco conceptual, y mucho menos de las arriesgadas características de este Poema Sinfónico con el que la banda de gaitas Noega celebraba su 20º aniversario hace dos años. Grabado en directo en la Plaza Mayor de Gijón, este largo Poema Sinfónico (más de una hora de duración) fusiona minimalismo, jazz, jotas, new age, rock progresivo y, cómo no, también folk celta, de la mano del citado conjunto, un quinteto instrumental y las voces solistas de Anabel Santiago y Héctor Braga (este último espléndido en La Fonda de Lola, de su propia autoría) y con libreto en astur de los poetas Texuca –Lluís Xabel Álvarez– y Fran Romero. Predominando el recitativo sobre fondos de sintetizadores ambientales es sin embargo el lado jazzero lo que más y mejor destaca en este trabajo (sobre todo en cortes como Noega, In Hoc Signo Vinces y el compendio picassiano de Xotes). Compuesto por Eduardo García Salveña –encargado además de la dirección musical junto a otros músicos de reconocido pedigrí por sus colaboraciones con grupos y artistas como Skanda, Hevia o Killing Zoe, entre otros–, el Poema Sinfónico parece en ocasiones guiñarle un ojo a ciertos pasajes de la memoria musical progresiva: mientras que Un Glayíu qu’anuede y No más alto, el llar recuerdan al Mike Oldfield de Q.E.2 (Virgin, 1980) y a los Emerson, Lake & Palmer de Trilogy (Island, 1972), cortes como Noega: ente les dómines hace pensar en un casi imposible cruce entre Jean-Michel Jarre y Los Archiduques de Tino Casal. Por raro ya merece un aplauso. +info | Relacionados | Iván Sánchez-Moreno