Montañés
“Juerga y vino” El Volcán Música 2020
El sello discográfico El Volcán nos sigue descubriendo músicos inclasificables, David Montañés compositor y pianista es libre (como decía Morente) de servirse de cualquier forma musical que se le antoje, y así lo hace. Un disco (la edición en vinilo merece la pena) con un diseño precioso de Irene Zafra que nos lleva hasta el mundo helénico dónde el vino ya tenía un valor “cultural” envidiable. Así pues Montañés ha apostado por ese vino y por esa juerga sin complejos musicales tan necesaria en estos tiempos. Para la juerga ha apostado por los ritmos terciarios en la mayoría de temas y con unas letras que pasan sin miedo des de las tabernas la iglesia. El primer tema Juerga y vino, parte del fandango (quizás el palo más extendido por toda la península) y nos presenta ese planteamiento musical que tiene referentes “medievales” pero cogiendo la guitarra y llevándola al rock más actual. Un tema para bailar en corro vestidos con trajes primaverales en cualquier playa del Mediterráneo mientras la luna nos ilumina y nos bendice. No me preguntes más, recuerda a aquellas canciones que cantábamos de niños jugando al corro y empalmando estribillos, María del Mar Montañés (flauta), Moncho Rodríguez (mandola) y María Vallejo (violín) aportan para este corro sus voces junto a las del mismo Montañés, Noel Ruiz, y Lorena Álvarez. La ciencia en el saber, giro radical, es un tema tradicional del siglo XIX arreglado por Montañés, con unas percusiones excelentes de David Ruíz, la guitarra en re de Moncho Rodríguez, la viola de María Vallejo y las castañuelas de Lorena Álvarez le dan un aire medieval muy interesante y a mí me recuerda en estilo a la petenera de Veracruz de Raúl Rodríguez. Seguimos en la música tradicional, Romance del mago enamorado, Moncho Rodríguez nos marra esta historia acaecida en Caravaca y Alonso Díaz le responde como Loco Santo, vuelve a ser fácil imaginar a los cortesanos bailando en perfecta armonía. La sacerdotisa María del Mar Montañés cierra la trama junto al coro. Otro cambio radical, El Meteorito ese rock sevillano que podría compartir con gente como Albertucho y que no sería posible sin haber existido Carlos Cano, y por supuesto el humor de un pueblo que siempre ha sabido reírse de cualquier situación. Montañés se arma con piano, órgano y samples, mientras que David Ruíz vuelve a meter sus curiosas percusiones. Cambio de cara (si tienes vinilo) y entrada de un piano solitario para esa exquisitez que es Carmen de los Mártires, un minuto de piano solo para dar entrada a Nada hay mejor en la tierra una especie de nana, con una guitarra rasgada, los vientos y esos coros angelicales volvemos a trasladarnos en el tiempo para gozar de este texto extraído de Las bodas alquímicas de Jean Valentín Andreae. Circo, otro salto en estilos, un vals que nos permite ”montarnos en la panza de un burro volante para viajar interdimensionalmente en medusas galácticas” en fin paisajes cercanos al gran Jaume Sisa. Seguimos por esas galaxias con El gran simulador, el bajo y esa base eléctrica de Carlos Marques (con ese regusto lógico a Sr Chinarro) y para terminar Fandanguillos de Alcalá la Real, toda una fiesta que remite de nuevo al primer tema cerrando un círculo perfecto, Montañés rasga la guitarra y canta como si estuviese en cualquier taberna de cualquier puerto mediterráneo de cualquier época, Montañés con su contra timple puede llevarnos de viaje dónde se le ocurra, yo voy con él. + info | relacionados