Mayte Martín & Alejandro Hurtado

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Mayte Martín & Alejandro Hurtado

Sandaru. SFB El Dorado, 15 de enero de 2020.

Como era de esperar, la sala volvió a ser pequeña para tanto aficionado con ganas de Mayte Martín. Y es que, como bien decía la cantaora, es un lujo estar en una sala donde la relación de músicos y público es tan intensa. Se traía a su fiel escudero Alejandro Hurtado, ese joven guitarrista de Alicante que ya recibió el Bordón Minero en La Unión en el 2017. Empezó la tarde / noche por granainas, Hurtado supo entender que la cantaora iba a cantar desde muy adentro y supo adaptar la guitarra a los susurros que no molestan a la voz, sin dejar por eso de demostrar que puede tocar falsetas increíbles. Después de unos ajustes técnicos anunció unas peteneras de fusión Méjico Andalucía, introducción preciosa de Hurtado que ya tenía al público pendiente de sus dedos y entrada de nuevo profunda de Mayte Martín nos acercó a la Remediadora de Chacón, como ya había insinuado Pedro Barragán en su presentación. Siguieron los reajustes de sonido y la verdad es que en los tientos y tangos que siguieron la pulsación (elevada de sonido) del dedo de Hurtado en la caja de la guitarra marcando el tiempo fue la única nota discordante del concierto (cosas del directo) pero quedaba mucho cante todavía. Y eso que en los tangos ya estaba la cantaora totalmente metida en el jaleo que acompaña a esos aires. Y llegó la solea, toda una estofa de ayeos para buscar la memoria de Morente o Caracol, compenetración total de Mayte Martín y Alejandro Hurtado, la piel de gallina. Y sabiendo que tenía al público en un puño siguió por seguiriyas, nueva demostración del temple de esta mujer que vive dentro del cante y así es imposible salirse del compás, porque este le pertenece. Afinación de Hurtado y nuevamente desde muy adentro se va acercando al cante más negro de Tomás Pavón, alargando las palabras hasta lo imposible. Hubo que reducir la tensión antes de que la pena acabase con nosotros y nos presentó un mini concierto de cantes de ida y vuelta, a Mayte Martín le sirvió para respirar de otra forma y de paso demostrar su manera tan romántica de abordar esos cantes, fueron tres detallitos cortos de estrofas pero largos de sentimiento, una milonga, una colombiana y una guajira. Hurtado aprovechó estos cantes para traernos aromas de otras latitudes, en espacial esas notas tan dulces de la guajira cubana. Y el barco volvió al puerto de Cádiz y llegaron las cantiñas, aquí hizo un recorrido por toda la península, Sevilla, Cádiz, Navarra y es que las letras de las alegrías o de las cantiñas tiene esa facilidad para viajar. Así parecía que se terminaba el bolo, pero todos sabíamos que no se iba a ir, el público en pie, los artistas felices y el inevitable bis. Unas bulerías de final de fiesta que poco a poco nos llevaron hasta Utrera y el espíritu de Fernanda y Bernarda, incluso de Bambino, nos llevaron irremediablemente a la canción. Romance de María de las Mercedes penetró en el corazón de todos y en el lagrimal de algunos y ya con Compromiso nos acabó de cautivar. Nos tiene cogiditos y no queremos huir. Muy grande. + info | relacionados | Fotos: Joan Cortès 

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Mayte Martín & Alejandro Hurtado