Marco Mezquida

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Marco Mezquida
“La hora fertil”, Whatabout music, 2013

Después del maravilloso, My friend Marko Frsh sound new talent, 2013 y de un montón de colaboraciones en muchos de los discos más interesantes del año pasado, Marco Mezquida se encerró, según cuenta en el texto del disco, en el estudio de Jorge Rossi y grabo 8 horas de piano solo. Hecha la selección pertinente nos ofrece estos casi sesenta minutos de música sin etiquetas, que por supuesto podemos ordenar dentro de nuestra colección de jazz, pero en ese rincón especial donde no es fácil etiquetar. Encontramos en estos 14 temas, dos lecturas diferentes de La hora fértil, que dan título al disco y que según describe Mezquida es la expresión más exacta para definir el momento actual en que vive. Abierto, diverso, inquieto y sin necesidad de mermar mi personalidad musical a un estilo concreto y clasificable.  Ambas versiones reflejan perfectamente a ese músico concentrado en tocar y tocar el instrumento como buscando como acercarse a esa frase que define la composición pero que una vez encontrada pierde su encanto. Siete improvisaciones libres, en algunas como en # 32 o en # 65, aprovecha para rebuscar en las tripas del instrumento, esos sonidos que a veces necesita todo músico inquieto. En Parallel minds, juega con el teclado como si de un todo se tratara. Otras son desarrollos largos como Sturm und drang, una de mis temas favoritos, creando espirales que crecen y se transforman, jugando a buscarse uno mismo dentro del sonido. O ese simpático acercamiento al Bolero X, recogiendo en un manojo todas las notas que lo definen y dándoles la velocidad y el ritmo que le apetece. Y después unas cuantas composiciones de lo más diverso. Curiosidades como Campanas, demuestran cómo es capaz de reproducir los distintos sonidos de una campana (cuantos recuerdos de los diferentes toques para avisar al pueblo de diferentes circunstancias) me parece una idea muy brillante. Inspiraciones en otras artes, Monje mirando al mar. Viajes, en Valle de Hecho, o sentimientos personales transformados en poesía musical, como ese Oh Mireia que inicia el disco y al cual apetece volver al acabar los 53 minutos. + info | relacionados | Candido Querol