Louis Sclavis Quintet

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Louis Sclavis QuintetLouis Sclavis Quintet
42 Woll-Damm Festival Internacional de Barcelona.
L’Auditori, Barcelona.
24 de noviembre del 2010.


Sclavis
para quien no lo conozca es un saxofonista francés, que lleva en este negocio mucho tiempo, sus primeros registros sonoros datan del 1975 y el primer disco a su nombre del 79, un disco a dúo titulado “Champs de Frigg”, aun que su éxito internacional llegaría con Chine”, Ida 1987, para muchos un disco de los imprescindibles para entender la evolución del jazz. Músico difícil de catalogar, viajero incansable y yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Louis Sclavis Quintetcompositor de muchas bandas sonoras, para cine y espectáculos de danza. No suele prodigarse en nuestra ciudad, así que era una buena ocasión averiguar en que anda metido este particular músico, no fueron muchos los que aprovecharon la oportunidad, ya que la sala 2 del Auditori no registraba una gran entrada, ya se sabe, música compleja, poco público. Presentaba Sclavis “Lost on the way”, ECM 2009 y lo hacía con el mismo quinteto con que lo gravó. La idea del trabajo hace referencia al largo viaje de Ulises en su regreso a su país después de la guerra de Troya, y un servidor con tu permiso va a comentar el concierto como si de un viaje se tratase.  Salió el quinteto navegando con un buen viento y marchando a todo trapo con ese free jazz que caracteriza a Sclavis en la mayoría de trabajos. Sclavis y Matthieu Metzger fueron intercambiando los saxos, soprano, clarinete, una especie de tenor adaptado,  hasta que conseguían la sonoridad deseada. La potente batería de François Merville aseguraba unos remeros incansables que dotaban de velocidad al velero. No siempre estaba al timón Sclavis, de echo empezaba el tema desaparecía volvía, se trabajó mucho en dúo y en trío, aun que siempre el cierre era con el quinteto. El guitarrista Maxime Delpierre en un principio parecía fuera de época, queriendo imponer con sus múltiplos pedales sonoridades que no correspondían al momento, pero en el instante en que en plan Herbert, consiguió grabar unos sonidos simples se puso a trabajar sobre ellos y poco a poco todo el quinteto siguió la idea. La tecnología nunca le ha molestado a Sclavis y como otros paisanos suyos como Portal, nunca reniega de investigar nuevos sistemas de navegación. Ahora Sclavis viaja solo, con una historia minimalista donde mezcla hasta dos voces, mas los sonidos de los cierres de las notas que aportan un majestuoso oleaje, el viaje dura unos cinco minutos, la respiración ya forma parte de la música, al entrar el quinteto todo se transforma y es como si el circo Felliniano estuviese en la playa mas cercana y nos llegase su aroma, genial. Después un dúo de guitarra y soprano, mas tarde el bajo de Olivier Leté, encuentra su espacio y se revuelve entre sonidos casi pop rock para llegar al final del viaje, un viaje arriesgado, tenso, pero imprescindible, todavía volverían con un bis donde Scalvis nos vuelve a conducir hacía el sur, mientras se despedían me iba preguntando, que ha pasado en Francia para que esta generación de Texier, Portal, Romano, Sclavis, los hermanos  Belmondo, facturen unos viajes tan especiales  ¿de que raíces parten para que su jazz sea tan original? ¿Cuanto tiempo nos falta para que los grandes músicos de jazz españoles, que los tenemos, gocen de tanta libertad? www.scalvisfansite.jp relacionados // Candido Querol