Lili Boniche
Hubo un tiempo en que cristianos, judíos y musulmanes vivían juntos en el norte de África, como hasta hace poco lo hacían en otro paraíso perdido: Sarajevo. Un tiempo cuya capital sentimental fue Argel, donde los unos regentaban los cabarets donde los otros iban a llorar las penas del amor.
Nada es perfecto y aquella época, marcada por el ritmo de la colonización, sin duda tampoco lo fue, pero visto los desastres posteriores, con la creación furibunda del Estado de Israel, la independencia sangrienta argelina y el enfrentamiento sinsentido entre judíos y musulmanes, es inevitable pensar que cualquier tiempo pasado, aunque imperfecto, fue mejor.
A aquella época perteneció Lili Boniche, judío, nacido en Argel, su Argel, en 1921. Su música es todo un ejemplo de cabaret oriental, de música franco-árabe, una mezcla perfecta de chanson y chaabi, de andalusí y pasodoble, cantada en el idioma propio de los judíos argelinos, una mezcla imposible de francés y árabe dialectal, que dió temas irresistibles como Pedro le toreador, Guitarra, o su extraordinaria versión del Bambino de Dalida.
Lili Boniche desapareció de la escena musical en varias ocasiones, marcadas por un matrimonio con una condesa celosa y por el exilio en Francia, y sin embargo, cuando nadie lo esperaba, Bill Laswell le produjo un disco que, a pesar de ser el peor de los suyos con muchísima diferencia, lo rescató del olvido en 1998.
Lili Boniche murió el pasado 3 de marzo. Para recordarlo, para descubrirlo, podemos aprovechar los numerosos homenajes que sus fans le han rendido en Youtube. Sólo han que teclear Lili Boniche Alger Alger y dejarse llevar.
“Amo todas las ciudades…un poco más París, pero desde luego, nada es como Argelia. Argel Argel, cuánto la quiero… “ // Brigitte Vasallo