Les Frères Guissé
Les Frères Guissé
"Yakaar"
Discograph / Karonte, 2008
Hace siete años, en una de mis visitas a Senegal, un compañero de viaje me habló de un trio acústico que cantaba como los ángeles. Respondían al nombre de Les Frères Guissé y actuaban por aquel entonces en Planète Café, un club de Dakar hoy clausurado para mayor de las desgracias. Alentado por la recomendación de mi confidente no tardé mucho en acercarme al Marche Sandaga para hacerme con su cassette Ndéye. Las sobrias guitarras y suaves arreglos de percusión eran la seña de identidad de estos Crosby, Stills and Nash del Sahel. Se me antojaron el punto opuesto a los ruidosos ritmos urbanos del mbalax. Con sus sedosos acordes y melodías transmitían esa sensación de libertad y espiritualidad que se respira en los amplios espacios abiertos del interior del país. De hecho, son la banda sonora perfecta para acompañar en un recorrido por aquellas vastas llanuras apenas salpicadas de acacias y baobabs. De la misma forma que Oumou Sangare recrea la tradición del Wassoulu, la región sureña de Mali, Les Frères Guissé hacen lo propio con las sonoridades del reino de Fouta Toro, en el norte de Senegal, territorio por excelencia de la etnia de los pastores peul. Y desgranan sus temas de una forma que no equidista mucho a como lo hace su vecino Baaba Maal cuando tira de formato minimalista y ancestral.Yakaar (esperanza, en la lengua wolof), constituye un soplo de aliento para los críticos tiempos que corren. En Baabaabe manejan unos cristalinos arpegios de guitarra para exaltar valores como la amistad y la generosidad. En Silmaxa se sirven de una hármonica, como suele hacer su colega Ismael Lô, para criticar la indiferencia de los viandantes ante los mendigos callejeros. En Mi Dani solo utilizan sus prodigiosas voces para entonar acapella un canto de unidad para hacer una ciudad más feliz y apacible. Mientras que en la deliciosa Xeet lanzan un alegato contra la guerra en favor de las víctimas más vulnerables, los niños y los refugiados. Les Fréres Guissé conforman la punta de lanza del folk senegalés. Y en sus pentagramas escriben con letras tan doradas como las de El Hadj N´diaye, Diogal Sakho o Yoro. www.freresguisse.com // Miguel Angel Sánchez Gárate