La Troba Kung-Fú + La Familia Rústika

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - La Troba Kung-Fú + La Familia RústikaLa Troba Kung-Fú + La Familia Rústika
Barcelona, Apolo
21 de diciembre de 2006


Parece que la sala Apolo se ha convertido en el local emblemático de Barcelona a la hora de dar el correspondiente espaldarazo a una banda cuando llega el momento de su consagración. Ocurrió en su día con Cheb Balowski, Costo Rico o Muchachito Bombo Infierno. Además, cualquier grupo de la ciudad o sus alrededores se toma como algo trascendental una actuación allí. Recientemente Macaco cerró aquí la gira de presentación de su exitoso Ingravitto (Mundo Zurdo / Emi Music, 2006). Así que valga esta introducción para reflejar el estado de ánimo de los músicos cuando se enfrentan a un momento tan especial. Curiosamente, me encontré con Joan Garriga, el hombre tras el proyecto de La Troba Kung-Fú, unas horas antes de su actuación y me comentó que tenía “un gusanillo por la barriga” que no le dejaba tranquilo.

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - La Troba Kung-Fú + La Familia RústikaPero empecemos, como corresponde, por el principio. Se trataba de la fiesta anual del BAF – Belles Arts Festival, una asociación que año tras año celebra esta cita, siempre con éxito merecido de público. Esta vez no fue menos y lograron otro pleno. En esta ocasión, la encargada de calentar el ambiente fue La Familia Rústika. Tras unos conciertos de despedida y otros de bienvenida, el grupo estrenaba formación, con sus ganas de fiesta intactas. Necesitaron poco los muchachos para poner a más de media sala a bailar a su son. Bueno, a su son y a su reggae, su funk o cualquier ritmo latino o rumbero que se precie. Si siguen por ahí, buenas perspectivas para Dani Txarnego y sus chicos.
Y llegó la hora de La Troba Kung-Fú. Justo presentaban, ¡por fin!, su flamante disco, Clavell morenet (K Industria, 2006). Y tras un verano y un otoño repletos de bolos, el septeto llegaba completamente engrasado y dispuesto. Desde el primer momento se notó la alta complicidad entre la banda y, cómo no, entre la banda y el público. Pese a que el disco estaba recién editado, la mayoría de las canciones ya eran coreadas. ¡Y no digamos bailadas! Claro que para eso está la rumba tan presente en su música. Pero es que sus directos han tomado tal nivel, que pronto, sino ya mismo, será banda de referencia para cualquiera. Además, como en las grandes ocasiones, hubo buenos amigos-invitados. A Joan, Muñeco, Pep, Marià, Muchacho, Flor y Toti se unieron, a lo largo de la noche, Sicus (Sabor de Gracia), Nando (Lumbalú), Rafalito Salazar (Ai Ai Ai), Marc Serrats (Xerramequ Tiquis Miquis), Cesc (Brazuca Matraca), Beto (Barxino), Orbe (Radio Malanga) y Dani Macaco. Y solos o con sus ayudas repasaron todos los temas del disco, más otros que no entraron en él y alguna versión. En total, una veintena de canciones que nos hicieron disfrutar de lo lindo, demostrando claramente que habían superado el “síndrome Apolo”. Al final, volví a ver a Garriga, quien me dijo que el gusanillo había desaparecido. ¡Y es que la música es curativa! // Miguel Amorós