José María Gallardo & Miguel Ángel Cortés
“Lo Cortés no quita lo Gallardo” Sandaru, 1 de octubre de 2020
Empezaron con una guajira “Del Sacromonte al Porvenir” del barrio granadino que vio nacer a Miguel Ángel Cortés al barrio sevillano de José María Gallardo. Toda una declaración de intenciones del programa que íbamos a escuchar. Decía Gallardo que él no cree mucho en el término fusionar, prefiere el de hermanar. La guitarra flamenca y la clásica beben de la misma fuente que es la música española. Y así nos sumergimos en dos mundos que en ningún momento trataron de dominar sino de hermanar. Dos maneras de tocar, Gallardo con suavidad, acariciando, Cortés con el brío más flamenco, dos guitarras (el instrumento) también muy diferentes. Siguieron por tangos con Árbol de la bella sombra, dedicado al parque de María Luisa. Y uno se olvida de buscar el tempo de los tangos en los acordes y lo busca en las punteras relucientes de los zapatos de Cortés, que marcan diferentes a los de Gallardo, porque cada uno cuenta el tiempo desde su corazón. Siguen por bulerías, Jaboneros de la China, es este un proyecto que tiene ya ocho años y la precisión con que lo ejecutan deja claro las horas de ensayo. La guitarra de Cortés brilla con la fuerza de las guitarras flamencas, la guitarra de Gallardo acompaña desde el clasicismo de los grandes maestros ya fallecidos. Se queda solo Gallardo para reflexionar sobre el maestro Manuel de Falla con una suite de tres partes, La danza de los vecinos (Sombrero de tres picos) la canción del Fuego Fatuo (Amor Brujo) y la farruca de La danza del molinero también del Sombrero de tres picos. En el disco esta suite la cambia por un homenaje a Lorca, la verdad es que Gallardo con toda su producción discográfica tiene dónde escoger. Y durante un cuarto de hora viajamos en el tiempo para adentrarnos en el universo de Falla ( en mi caso aproveché para imaginar las diferencias entre lo que estaba escuchando y otras aproximaciones a Falla, en concreto la de Aurora con el grito de Pere Martínez en su versión del Fuego Fatuo) Volvió Miguel Ángel Cortés y nos ofreció un tema suyo, con una evolución entre palos que acabó por rumbas, el brillante sonido d ela guitarra de Cortés quedó todavía más marcado, quizás sea por su trabajo de acompañamiento al cante, quizás sea el modelo de guitarra, no lo sé, pero es manera de tocar de Cortés siempre me llega al alma, me corta la respiración. Así lo demostró el público (más flamenco que clásico) en un marcado aplauso. Bulerías del 28, vuelve a presentar Gallardo, que ejerce de narrador. En este tema me atrajo la parte clásica de Gallardo, invitándome a reflexionar sobre cómo una misma música puede tratarse desde diferentes enfoques, aunque Cortés brillaba con la rapidez de la buleria, Gallardo des del temple guiaba al oyente a imaginar las conexiones con la música española. Vuelven a cerrar con la perfección de la constancia en el ensayo. Toma el micro Miguel Ángel Cortés para informar que “es hombre de pocas palabras, pero también le gusta agradecer al público su presencia” Gallardo nos habló de su pasión por el misticismo de la Semana Santa y de cómo grabaron un tema titulado Amargura del maestro Manuel Font de Anta. Y quiso dedicársela al maestro Jaume Torrent (compositor y concertista de guitarra clásica) que estaba en la sala. Y ante nosotros el mundo de las marchas de las procesiones. Ahora más que nunca las guitarras se repartieron el trabajo a partes iguales, Gallardo recreaba la espiritualidad del momento y Cortés le insuflaba la pasión del pueblo. Quisieron cerrar con Silverio, que flamenco el tema que ha escogido la Bienal para promocionar el certamen sevillano. Un tema a mi parecer diferente a lo escuchado toda la tarde, para mi gusto demasiada rapidez, pero para gustos colores. El público lo festejo con buenos aplausos y la pareja de guitarristas no tuvo más remedio que regresar al escenario y ahora sí. Con una composición que podría homenajear al maestro paco de Lucía (en mi modesta opinión) la rapidez (que también la tenía) estuvo acompañada de un aire de búsqueda, de profundidad que consiguió hermanar de nuevo dos guitarras, dos hombres pero una sola música universal y atemporal. Muy grandes. Ahora sí que todo el público se levantó para agradecer el esfuerzo de estos dos monstruos. + info | relacionados