Joan Mar Sauqué

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Joan Mar Sauqué

Gone with the Wind, The Changes, 2021

Cuando un músico se enfrenta a su primer trabajo como líder tiene dos opciones claras, sacar adelante esas composiciones que lleva escribiendo desde hace un tiempo y que no está seguro si serán lo suficientemente interesantes para nadie que no sea él y su círculo de amigas. O bien como ha hecho Joan Mar Sauqué (Garrigoles, Girona 1996) rodearse de músicos en los que confía y revisar estándares. Y aquí querida amiga se vuelven a abrir dos caminos, Monk, Mingus, Miles o buscar en otro lado del alfabeto jazzístico. Si, Sauqué ha escogido la segunda, se ha centrado en músicos de la primera mitad del siglo XX, a los que une la búsqueda de melodías por encima de todo. Para los acompañantes ha pensado también en un trio un poco diferente a lo habitual. Y como en la poda de los árboles hay que buscar que la luz entre sin problemas, Sauqué ha buscado instrumentos que faciliten que las melodías se escuchen sin trabas. La guitarra de Josep Traver y el contrabajo de Giuseppe Campisi una buena elección.   Empiezan con Bitty Ditty (Thad Jones) un minuto de calentamiento para entrar en My dream,  (Tadd Dameron) con el contrabajo de Campisi más seguro que un metrónomo, tanto la trompeta como la guitarra disfrutan de explicar sus cosas con una delicadeza exquisita, un tema precioso. Ray’s idea (pensando en Ray Brown) tema vacilón dónde los haya, Campisi tiene la culpa de ese vacileo.  I only have eyes for you, un tema que siempre va acompañada de voces y que Sauqué ha querido desnudarla y después vestirla con su “voz” un poco en la línea de lo que hacía Chet Baker, aquí los tres músicos han podido ejercer de solistas con muy buen resultado. In the land of Oo- Bla –Dee con todo el groove de Gillespie, atenta a la guitarra de Traver, cercano al mundo de Reindhart. I cover the waterfront, una balada preciosa, Sauqué jugando con sordinas recrea ese aire de buen reserva. La guitarra disertando acertadamente, en todo el disco podrás observar que no hay líder que maneje sino siempre tres voces que conversan de igual a igual. Gone whit the wind,  seguro que conoces la película con el mismo título, pues eso, melancolía y mucho amor. De nuevo el swing muy presente para que el pie no pare de acompañar al corazón. Kitchenette acros the hall ( Tadd Dameron) la sordina de Sauqué llevándonos de viaje a aquellos viejos escenarios cargados de blues. Bill, seguimos por el mismo camino, un camino con menos polvo y quizás más luz. Si de repente entrara una voz negra de los años 40 a nadie le extrañaría, pero no te preocupes no lo necesitan, el contrabajo vuelve a “recitar” la trompeta “habla” sin cortapisas y la guitarra también ha vendido el alma al diablo. Shabozz, vuelve Gillespie, Sauqué sabe que este hombre fue el responsable de mucho de lo que es el jazz hoy en día y no duda en recordarlo, atento de nuevo a la guitarra de Traver en un dúo magnífico con el contrabajo, en directo debe ser un momento de máxima tensión. Strictly romantic,  otro trompetista a reivindicar Clifford Brown, otra balada de las de no quiero levantarme del sofá ¡que alguien la vuelva a pinchar! Para cerrar Stompin’ at the savoy, más lejos todavía en el tiempo para encontrarnos con este tema que hizo famoso entre otros Benny Goodman, la trompeta no puede sonar más grave, más vieja, más certera, la guitarra dispara mil notas por segundo sin error y el contrabajo sujeta todo en un envoltorio magnífico. Un disco atemporal que sirve para reconocer la labor de estos tres excelentes músicos y de paso revisar algunas composiciones que no deben quedar en el olvido. + info | relacionados

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Joan Mar Sauqué