Javier Krahe
Javier Krahe
Festival Barnasants
Teatre Joventut, L’Hospitalet de Llobregat
22 de febrero de 2008
Javier Krahe es uno de esos cantautores que conocemos casi desde siempre y que se ha clavado en el corazón por su especial visión de la vida y las relaciones humanas. En el BarnaSants, volvió a ganarse al público –y ya van trece– llenando la sala del Teatre Joventut. En dos horas de actuación, con ironía, con su personal sentido del humor, se rió de si mismo, de las relaciones personales, sociales, sexuales y de género. De forma políticamente incorrecta recitó sus canciones llamando a las cosas por su nombre, sin metáforas y sin miramientos, como cualquier hijo o hija de vecino/a, arrancando continuas sonrisas y carcajadas. Y quizás sea ese el factor que lo ha atado a su audiencia y a la historia de la música popular del país.
Para comenzar se ganó al público con la interpretación inicial de una mini canción compuesta especialmente para la ocasión y en la que ironizaba sobre su llegada a Barcelona en el Ave, en el primer día de funcionamiento. Claro está que también se preguntó porqué coño hay que viajar tan rápido cuando es posible viajar caminando… Con su abierta ironía, con su timbre vocal reiterativo y con sus letras llenas de humor sano e interesante, y con referencias a sus experiencias con el sexo femenino, Krahe presentó su último trabajo Querencias y extravíos (18 Chulos, 2007), en su misma línea de siempre, mostrándose como nuestro particular Cohen o Brassens, de los cuáles ha bebido y mucho. Si hay alguien que no se ha dejado pervertir por los cantos de sirenas del éxito comercial, ese es Javier Krahe, y ahí sigue, fiel, digno y convirtiendo la canción en otra cosa, en un relato divertido de la experiencia humana. En L’Hospitalet volvió a ser una vez más tal y como es, como cualquiera. Por cierto, vale la pena recordar la labor de Javier López a la guitarra, Fernando Anguita al contrabajo y Andreas Prittwizt con los instrumentos de viento, porque crean el fondo sonoro perfecto y el clima humano que posibilita que Krahe se deje ir en nuestro beneficio. // Antonio Álvarez