Goran Bregovic | Festival Mil·lenni

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Goran Bregovic | Festival Mil·lenni
Palau de la Música, Barcelona 24 de febrero de 2012

“Champagne For Gypsies”
Parece que este compositor de música contemporánea (como a él le gusta definirse) esté abonado a visitarnos cada año y, vista la respuesta de su público, siempre con éxito. En está ocasión fue otra vez el Festival del Mil·lenni el que invitó al de Sarajevo a presentar su siempre interesante y gozoso espectáculo. No hace ni un año de su anterior concierto, ya que fue al pasado julio dentro del Festival Grec, así que no esperábamos muchas novedades, pero sí que las hubo. Hace tiempo que viene anunciando su próxima grabación, la segunda parte de Alkohol que se llamará Champagne For Gypsies, y en está ocasión presentó hasta siete de sus nuevos temas. Aunque no fue esa la única novedad. Su banda de acompañamiento fue más numerosa que de costumbre y con ello dio amplitud a su repertorio. Y no nos referimos únicamente a lo variado que fue su set list, sino también a la longitud del mismo, algo más de dos horas y media, que no es decir poco, una yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Goran Bregovic | Festival Mil·lennide las actuaciones más largas que le recordamos, y son unas cuantas.
Apareció en solitario en el escenario y un Palau de la Música casi repleto lo acogió con una calurosa ovación. Saludó y empezó a tocar con su guitarra los primeros acordes de la preciosa Lullaby, extraída de la banda sonora de La Reine Margot (Phonogram, 1994). Enseguida se le unió un eficiente cuarteto de cuerda y un clarinetista. Después cinco vocalistas masculinos, sus dos cantantes búlgaras y el director de toda esa pequeña orquesta que además, como es habitual en la banda de bodas y funerales, toca el bombo. Sin embargo la “tranquilidad” duró poco, porque en cuanto acabó el tema, salieron entre el público cuatro músicos más con sus respectivos instrumentos de viento y atacaron una nueva composición. Fue Balkan, de ese próximo disco comentado y que según contó el propio Bregovic, está compuesto junto a los Gipsy Kings. Pero todo fue un espejismo, porque entonces se sumergieron en unas canciones mucho menos alocadas. Sonaron La Nuit de Saint Bartolomé, Dreams y Natura, con gran protagonismo del apartado vocal. Vuelta a la parte más rítmica con So Nevo Si, Presidente (otra del Champagne… con letra en castellano), Bijav con Bregovic tocando el xilofón y de nuevo la calma con la profunda Aven Ivenda, la sugerente Maki Maki y la solemne Le Matin. Estos altibajos melódicos se sucedieron y a partir de ahí una decena de canciones más entre las que destacaríamos la emotiva y sentida Ausencia, dedicada ¡como no! a quien la cantara con él, Cesaria Evora, las locas Gas Gas y Mesecina y quizás sus más bonitas composiciones Ederlezi e In The Death-Car que hiciera con Iggy Pop. Final teórico, porque aún quedaban ¡siete temas más!. Primero el Hopa Cupa (versión del clásico gitano), después un tema tradicional búlgaro y a continuación una batería con Caje Sukarije, Bella Ciao, Yeremia y el esperado Kalasnikov donde Bregovic pidió a todo el mundo que gritara aquello de “a la carga”. Por entonces ya estaba todo el mundo de pie y celebrando lo que habían estado esperando casi durante dos horas.
Al final y para que el público no se fuera excitado, hizo la delicada The Belly Button of The World, en una versión realmente deliciosa.
Lo volvió a hacer, balcanizó el Palau de la Música. // Miguel Amorós.

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