Glenn Gould: Cartas escogidas
Glenn Gould
“Cartas escogidas” Global Rhythm, 2011
Antes que como músico, Glenn Gould debería ser recordado como pensador y teórico de la música. Con apenas 30 años y habiendo alcanzado el cénit de su carrera, decidió abandonar los escenarios para dedicar el resto de su corta vida a la investigación musicológica,
sacrificándose apasionadamente a una austera soledad sólo parangonable con las biografías de los antiguos y excéntricos santos anacoretas. John Roberts y Ghyslaine Guertin han seleccionado cerca de 180 cartas de Gould a personalidades de todo tipo, desde gente del ámbito artístico y académico (McLuhan, Bernstein, Britten, Stokowski, Varèse, Copland, Cage, Stravinsky, Menuhin, Casals, Shostakovich, Krenek, etc.) hasta a fans y musas –se incluye una de sus escasas notas amorosas a una tal Dell, quizá un nombre en clave que camufla la abreviatura de Adelle–. En ellas se da buena cuenta de sus neurosis y obsesiones: sus dietas estrictas, su silla paticorta, su relación de amor-odio con el piano, su particular visión estética de la música barroca (con predilección por Bach) y sus constantes ataques a cualquier compositor romántico (especialmente Beethoven), su defensa de las nuevas tecnologías de reproducción y grabación musical, su revolucionaria concepción de la recepción estética de la música a través de los medios electrónicos (anticipándose a las redes sociales y celebrando la liberalización de la difusión cultural), su lectura de la interpretación como re-creación de las obras, sus metódicas planificaciones de los montajes radiofónicos y discográficos, etc. Quien espere hallar en estas cartas información sobre aspectos íntimos o sentimentales se llevará un chasco, pues la mayoría se centran en cuestiones profesionales. Sin embargo, revelan muchos datos sobre proyectos frustrados –como un dúo con el pianista de jazz Oscar Peterson, una banda sonora para una película de Ken Russell, un programa sobre la censura política y cultural en China o la grabación de un falso concierto con aullidos de lobo de fondo y ante un auditorio agonizante de tuberculosos–. Complementado con un extenso índice onomástico, Cartas escogidas resulta un documento excepcional para los seguidores de este canadiense universal sobredimensionado a la altura de mito. | Global Rhythm | Relacionados | Iván Sánchez-Moreno