Giulia Valle ‘Líbera’
Giulia Valle ‘Líbera’
Sala Hiroshima, 13 de diciembre de 2015
Dos buenas noticias para los amantes del jazz y de la música en general. Por una parte tenemos un nuevo trabajo de la contrabajista Giulia Valle, con una formación que responde al sugerente nombre de Líbera. Siete músicos para un directo arrollador que no dejo a nadie indiferente. Y otra buena noticia, una sala que abre sus puertas no sólo al teatro y la danza (como ya venía haciendo) sino que además incorpora la música en su programación, y no de cualquier manera. Un excelente sonido, un formato ideal para esta clase de eventos y toda la pinta de convertirse en un referente de la escena de la ciudad, ¡bravo! Un lleno absoluto para recibir la nueva propuesta musical de Giulia Valle, empezaron con Popita y ya quedo claro que nadie se iba a dormir. El contrabajo marcaba un pulso arrollador, los vientos gritaban seguros, David Pastor con esa trompeta Gillespiana que se ha hecho construir auguraba efectos sorprendentes. La batería de Oriol Roca sonaba rompedora, y enseguida quedo claro que aun que el tema está incluido en el último disco, ellos en directo iban a hacer sus propios arreglos o improvisaciones. Por eso mismo atraen los directos de Giulia Valle, porque son impredecibles. La clave loca era su segundo tema y una mezcla de folklores se dan cita en un tema que invita a bailar, todo un espectáculo mirar a los pies de Giulia Valle marcando ritmos. Esa clave loca, que en el disco encontraras disfrazada como Punk 5.0 (puedes imaginarte la pegada del tema) son muchos minutos de contundente sonido industrial con una sección rítmica que parece que no podrá aguantar más y un David Soler a la guitarra, que va trabajando con los pedales hasta conseguir adueñarse del control de la nave. De esos temas que no sabes si la gente estallará en aplausos o algunos deberán abandonar la sala por no poder soportar la tensión, riesgo máximo. Aprovecha para presentar a la banda, y el nuevo tema, Balada. Se queda un formato reducido, Carola Ortiz, ahora a la voz. Una voz usada como instrumento que trabaja a dúo con la guitarra de Soler, Giulia Valle y Oriol Roca manejando el ritmo desde el respeto. Una balada, «eléctrica» pero con todo el sentimiento de las baladas. Después vendría Nadie, introduce el tema la flauta de Pablo Selnik, (ahora el sexteto vuelve a estar completo), el acordeón de Edurne Arizu va armonizando discretamente esta especie de cántico con aromas japoneses. La público parece asistir a una ceremonia, Giulia entra en un sólo profundo, acolchado por sus pupilos, pero cada vez menos acompañada. Fue un tema que a pesar de su dulzura creó la misma tensión que Punk 5.0. Durante todo el concierto venía pensando que esa manera de presentarse, todos a la misma altura, como los siete magníficos en un primer plano, no era nada casual. Son siete músicos que trabajan muy unidos. Para terminar Break a loop, pues eso, creando un bucle, (un frase reconocible) y siete músicos que juegan a romperlo. Parecía que eso había sido todo, pero el público no lo entendió así, y a pesar de las luces ya encendidas no dudó en seguir aplaudiendo hasta conseguir que volvieran al escenario. Giulia explicó que debido a su manera de trabajar cada concierto, decidiendo cambios hasta justo antes de salir, no tenían preparado ningún otro tema, eso sí, podían volver a tocar La clave Loca y ver qué pasaba ahora, y así fue, otra pequeña dosis de música envolvente para dejar un poquito más llena nuestra mente y nuestro corazón. + info | relacionados | Texto Candido Querol Dibujos. Pedro Strukelj.