Fight like apes

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Fight like apesFight like apes
"Fight like apes and the mystery of the golden medallion"
Model Citizen Records / Galileo Mc, 2009

No es común hablar de una banda de rock en B!ritmos, dado el perfil musical a que se aviene usualmente. En el caso que nos atañe haremos una excepción porque bien lo merece. Con poco más de tres años de carrera los irlandeses Fight Like Apes se suman a la pléyade de bandas con nombres simiescos, léase Artic Monkeys o Guano Apes, con los que comparten la característica de tener vocalista femenina. Los de la patria del trébol se han ganado el beneplácito de la prensa musical de gran parte del globo con razones más que convincentes. En una reseña de la revista Spin se habla de la debilidad de su cantante por Siouxsie & The Banshees, y se califica su música como post-punk. En la BBC se les tilda de bichos raros, sinvergüenzas y divertidos. Y en su tierra no paran de colgarles medallas con nominaciones a los premios Meteors o como mejor banda de directo. Así que si el río suena será porque llevará agua. Con apenas tres singles de títulos kilométricos y demenciales, su primer largo deja entrever más que buenas intenciones. El uso travieso de los teclados los emparenta con bandas como Devo, y las voces de Mary Kate “MayKay“ Geraghty, con mucho regusto pop, remiten directamente a las de los suecos The Sounds, unos que han mamado a base de bien el manual de la new wave de Blondie. Sin embargo Fight Like Apes huyen de edulcoramientos y redecoran sus melodías con cierto sentir noise, dislocado y alborotado, algo que dota de mayor desenfado y originalidad a su propuesta. Es el caso de Recyclable ass, donde asoma el fantasma de unos Pavement armados de sintetizadores a tutiplén; o los gritos desgarradores de Battlestations, con esas capas y capas de sonido a la Phil Spector que disparan las reverberaciones finales. O el conseguir que Yo La Tengo se enfunden en kimonos y esbocen una sonrisa a lo Jackie Chang en Do You Karate? Humor no les falta, como dejan caer en el ruidoso interludio de Megamenie, que apenas dura unos segundos. Incluso cuando bajan las revoluciones y se ponen un poco más serios, caso de la oscura Lumpy Dough, no pierden el encanto. En cierta manera Fight Like Apes serían algo así como unos XTC punks de principios del siglo XXI. Su genuina impostura arty reporta  soplo de aire fresco en la anquilosada escena del rock. // Miguel Angel Sánchez Gárate