Enric Casasses & Pascal Comelade / N’ix
Enric Casasses & Pascal Comelade
«N’ix»
Discmedi, 2010
La portada no lleva a engaño: una foto de las botas de rocker de uno y de las espardenyes de pagès del otro, que suponen también un reflejo de dos estilos distintos pero muy bien avenidos. Más endurecido que su predecesor, este segundo trabajo conjunto tras La manera més salvatge (Discmedi, 2006) une de nuevo al músico del Rosselló y al poeta barcelonés cuando ya ambos superan el medio siglo de edad. El lenguaje típico de Comelade gana en ruidismo y rock pedestre, ya sea en revisiones de sí mismo –The skatalan logicofobism (reconvertido en Mon pare fou), L´enterrament de la sardina (Pel temps de les taronges, al port), El bolero del Raval (ó El vers d’abans-d’ahir)–, covers ajenos –de los Rolling Stones, de The Troggs, del recientemente fallecido Captain Beefheart o una cita al Volando Voy de Veneno–, o piezas propias con letras del bardo catalán (más algún préstamo lírico de Salvat-Papasseit, Sebastià Roure y Joaquim Folguera).
En realidad, la mitad de ellas son descartes del anterior disco del dúo, mientras que la otra la componen extractos de un concierto en Sabadell (Barcelona) del año pasado. No obstante, el spoken-word y la música de juguete se complementan a la perfección en cortes significativos como La paraula aquesta de la fantasia, Petita escena nocturna o el citado Mon pare fou, que cierra el cedé. Ilustrado con lisérgicos dibujos de Casasses –o de l’alegre doctor Mossèn Xemeneia, como se hacía llamar en Lo piano vermell de Max (Discmedi/Blau, 2008)–, al disco se añade además un repleto DVD con el referido concierto entero, una entrevista breve y un par de bromas improvisadas, realizado por Olivier Cavaller.
Sardana, boogie, vals, minimalismo, rumba y demás géneros se entremezclan entre sí rompiendo fronteras entre lo popular y lo culto. En parte se debe al particular universo estético de Comelade, pero también a la libertad creativa que éste ofrece a los músicos que le secundan. Al respecto, es merecido destacar a colaboradores habituales de la Bel Canto Orquestra como Pep Pascual y Gérard Meloux, además de los virtuosos aportes de Iván Telefunkez (guitarra), Oriol LLuna (batería), Roger Fortea (bajo), Laia Torrents (acordeón) y una banda de cobla. A través de ellos podrá rastrearse el día de mañana la estela dejada por Comelade que, como la sombra de los cipreses, es tan alargada como eterna. www.pascalcomelade.com l Relacionados // Iván Sánchez Moreno