Club del Rio
Club del Rio
“Un sol dentro” El Volcán Música, 2016
Segundo disco de Club del Rio, segunda oportunidad para descubrir a uno de los grupos más interesantes del panorama nacional. No suelo seguir en profundidad el pop español, pero estos músicos están ofreciendo una música tan cuidada, tan fresca y tan original que para mí están fuera de cualquier moda o tendencia. Si no escuchaste su anterior trabajo, Monzón, El Volcán Música, 2014 necesitarás unos apuntes previos. Esta formación madrileña tiene a Esteban de Bergía y a Álvaro Ayuso en las guitarras acústicas y voces, el primero además suele componer las letras. Adriano Pezzi combina la guitarra clásica con la eléctrica. Juan Sierra a la batería y también voces. Juan Feo a las percusiones. Jacobo de la Viña al bajo y Álvaro Baños a los teclados. Al igual que en el primer disco siguen apostando por canciones que beben de folklores sudamericanos y de un pop atemporal que no tiene nacionalidad. Empiezan con Un sol dentro, que da título al disco, un swing que te ataca desde el principio y unos coros de lo más refrescantes, en los puentes guitarras acústicas y unos acordes del teclado de Baños que enamoran. Estampida, pues eso el swing va a más y parece que Django Rehinardt se haya unido a la banda, si le añades las palmas y jaleos de Tomasito y Víctor Iniesta puedes hacerte una idea. Candela, descansamos del baile y nos vamos a un folklore más templado, la guitarra eléctrica de Pezzi combina perfectamente con la apuesta acústica del resto, destellos de guitarra acústica sin que nadie se erija en protagonista absoluto, la voz de Leopoldo Urrutia colaborando y consiguiendo unos efectos muy interesantes. Montaña, música y letra de Bergía. Referencia a ese rio que como ellos crece poco a poco y gota a gota fue sumando. De nuevo unas voces preciosas y unas guitarras que vienen a contar lo mismo que las voces, una gran canción. Famélico, una entrada muy diferente, más libre, buscando sonoridades más electrónicas, colabora Xoel López en las voces, una canción mucho más abierta, con espacios para que los teclados y las percusiones investiguen nuevos parajes. Guateque, sorprende esa trompeta de Manuel Machado (compañero de sello) que te introduce en otras sonoridades, e irá a pareciendo a lo largo del tema, es una canción de seis minutos y nos va a llevar por diferentes paisajes, atentos al bajo de Jacobo de la Viña. Al final esa percusión de Juan Feo y la trompeta de Machado nos arrastrarán disimuladamente hasta Cuba. Amar es llorar, volvemos a la majestuosidad de las voces, esas voces que de pronto se acercan a paisajes del más puro western. Nigeria, otro cambio, el compás nos acerca ahora a bailes ancestrales, el bajo nos conduce por terrenos desconocidos hasta ahora, pero sigue siendo el mismo rio que ahora parece atravesar una zona de meandros y se divierte jugando a otros sonidos, eso sí, los coros son africanos, y aun que te resistas tendrás que acabar bailando. Condición (Réquiem por una idea) entrada preciosa de dos guitarras que dejan entrar a las voces para que les acompañen en un discurso suave, primario, como si los primeros romanceros de cualquier cultura siguiesen trayéndonos sus historias de pueblo en pueblo, pero con unas voces que se acoplan perfectamente entre ellas, cada día cantan mejor. Terciopelo, la armónica de Álvaro Ayuso nos lleva ahora al delta del Mississippi. El viejo blues puede disfrazarse para cada ocasión pero a la larga siempre lo identificarás. Materia gris, es el final, seguimos con armónica y guitarra, un tema corto para decir adiós, un atardecer gris, el último destello en ese horizonte que te deja con ganas de más música hecha con el corazón. + info | relacionados | Candido Querol