Chico Pérez
Gruserías, auto editado, 2019
Chico Pérez es un joven compositor y pianista jienense que en el pasado 2018, ya ha acaparado algunos premios relevantes, y que con este su primer disco estamos seguros de que va a dar que hablar en el mundillo de la fusión de flamenco y jazz. 11 composiciones suyas que beben directamente del flamenco pero con una formación que nos acerca al jazz, o a la música clásica. Vamos pasito a paso. Empieza con unas bulerías tituladas Gruserías en homenaje a Dave Grusín, compositor famoso por sus bandas sonoras (El Graduado, El cielo puede esperar) así ya en la entrada de este tema que da título al disco, nos mete de lleno en un ambiente que facilita imaginar paisajes de ensueño, con una melodía pegadiza. Hasta que entra la voz de Belén Vega y nos refresca dónde estamos. Pero enseguida el piano vuelve a su discurso visual y con la ayuda de todo el grupo nos mete de lleno en la película. Manantial es una zambra (quizás tangos) con el bajo de Carlos Bueno marcando una línea esencial para que la voz de Vega descanse segura y el piano y la flauta caracoleen a gusto. Alma de luz, unas alegrías marcadas por el piano y las percusiones y cueros de Alberto Garrido y Guillermo Hernansaiz. Muy bien en los cantes Belén Vega y Ángeles Toledano. Se respira inevitablemente el deje gaditano de Chano Domínguez. Por Parker, el bajo eléctrico de Bueno nos recuerda que no todo va a ser flamenco y en complicidad con la batería y de Sergio Albacete (al saxo) se llevan a Pérez al terreno jazzístico. En mi laberinto, empieza el piano con un desarrollo verdaderamente laberíntico, y de repente hay un juego como si se tratase de dos pianos, uno que bebe de la tradición clásica y otro que quiere desafiarlo. Casi cuatro minutos de piano solo para darnos a conocer como se defiende este joven intérprete cuándo lo dejan solo, ¡habrá que escucharlo y verlo en directo! Fiesta en la villa, taconeo de Antonio el Tabanco y la flauta de Zájara que ahora huele a Jorge Pardo cuándo entraba en las fiestas flamencas. Todos con un tempo perfecto para dar paso a la voz de Vega que se recrea en la canción / Buleria. Muy bonito el trio de piano con sección rítmica (de nuevo olor a jazz, ahora más latino) Farruca de los tiempos, entrada de contrabajo (o quizás de chelo) y escobillas e incluso una tinaja al fondo para entrar en la gran Farruca de Fosforito, un tempo genial para que Vega cante segura y el piano de Pérez juegue a una segunda voz, muy linda. Niñez, unos tanguillos frescos como esos primeros años de la vida, gran juego del bajo y mucho lirismo en las teclas de Pérez. A tío Chopin, vuelve a jugar con la clásica (el autor está claro) y en este caso lo remata por ese cante tan festero que es el Garrotín. Viaje, es el tema más largo, ahora se ayuda del chelo de Manuel Moro y de unas palmas para ir entrando en esa preparación del viaje que poco a poco lo va a llevar a una travesía por esos caminos dónde se mezclan tantas músicas como atardeceres hay en el mundo. Y para cerrar Guernica, con unas letras de Antonio Chacón para esa malagueña que se alza como la apuesta más arriesgada. Entra con la tensión justa el piano solo y sabe fusionar a Chacón y a Lecuona. Deja espacio para que la espera sea significativa y con una hermosa cascada recibe ya casi al final la voz ajustada de Belén Vega que nos deja con ganas de otra estrofa. Un gran trabajo que le augura a este joven músico un gran futuro. + info