Carlos Saura | Flamenco, Flamenco
Carlos Saura
Flamenco, Flamenco , Cameo, 2011
Con la dilatada experiencia cinematográfica del director aragonés Carlos Saura (Huesca, 1932) nos llega ésta segunda versión de la película Flamenco (1995), cine musical en estado puro sumado a un viaje estético del mundo Saura, con el arte flamenco como protagonista.
No me atrevería a decir en ninguno de los casos que se trata del mejor documento visual grabado con respecto al flamenco, ya que existen muchos y variados documentales sobre el género, como la serie Rito y Geografía del Cante, del Toque y del Baile respectivamente. Éstos si son en realidad documentales de corte clásico, en cambio en Flamenco, Flamenco encontramos un lenguaje musical distinto al del documental, en el que la estética y la música, de la mano del director de fotografía Vittorio Storano y de Isidro Muñoz (asesor musical), tejen una nueva frontera del cine musical propiamente dicho.
En el aspecto artístico, campo donde me siento más confiado, ya que de cine sinceramente entiendo poco, puedo decir que el elenco de artistas que forman Flamenco, Flamenco es absolutamente impresionante. Creo no haber visto nunca una colaboración tan numerosa de primeras espadas como las que hay en Flamenco, Flamenco; si bien combina las figuras de artistas ya hechos y consagrados con los de más proyección actual, no sólo des del punto de vista artístico sino con sus respectivas y singulares aportaciones al Arte.
Des de Paco de Lucia (Bulería por Soleá) y Manolo Sanlúcar (Alegrías), pasando por el añorado Manuel Morao “Moraíto Chico” (Bulerías de Jerez), Tomatito (La Leyenda del Tiempo) y Diego del Morao (Soleá por Bulería) a la guitarra; a un mano a mano extraordinario con Dorantes y Diego Amador con el piano (Cartagenera y Bulería), a una Saeta de María Bala o un Martinete rematado por Toná de José Mercé, a una Copla por Bulería, nudillos en la mesa de Miguel Poveda (prefacio de su aclamado disco “Coplas del Querer”, Universal 2009); un Silencio de Israel Galván al baile que parece más un susurro de sensibilidad o unos cantes por Soleá la mar de flamencos de José Valencia, Enrique “El extremeño” y José Luis de la Cruz con Eva “Yerbabuena” al baile . Por no decir la presencia de la casa de los Farruco, con El Carpeta (Bulería) o Farruquito (Zapateado); quien repite protagonismo, ya que también participó siendo muy niño en la primera versión de la película al lado de su abuelo, el patriarca Farruco. Des de mi opinión a destacar estos capítulos, pero los noventa minutos aproximados que dura la película, son episodios de enorme calidad musical.
Es un lujo para el flamenco tener un cineasta tan aficionado como Carlos Saura, capaz de captar con la lente la intensidad, la frescura, la calidad y a la vez el misterio del flamenco. Pero creo que también es muy importante la aportación en ésta película de Isidro Muñoz, recordemos que es hermano de Manolo Sanlúcar y es la figura que sustenta el diseño y el peso musical de la obra. | www.cameo.es | Iván Bertran