Carlos Cortés Bustamante
Vínculos, La mar sonora, 2020
Carlos Cortés es un compositor gaditano que después de viajar y estudiar en diferentes ciudades y culturas decidió instalarse en Málaga y montar su propio estudio del que está muy orgulloso, y no es para menos, de hecho solo empezar la entrevista lo primero que hace es mostrármelo.
De Barcelona nos vinimos Javier Galiana, Julián Sánchez, Dani Domínguez, José Manuel Leal, José Carra, Ernesto Aurignac con la intención de fundar la CAMM Centro de Artes y Música Moderna de Málaga. Dejé la escuela hace dos años y monté el estudio.
Cuando me llegó el disco me sorprendió encontrar ya en el primer tema a Enrique Oliver y a Fernando Brox. Gente de los que suelo comentar sus trabajos de jazz. Buena señal.
Son amigos de la época que estudie en el ESMUC, entonces tenía un local cerca de la Plaza España y allí se acababan muchas de las jams de la ciudad. Enrique vivió allí. En esa época toqué en muchos proyectos, como en el primer disco de Julián Sánchez, Corazón en el sur o en Campo de Agramante. Javier Galiana es como familia mía. Yo venía de estudiar guitarra eléctrica en Londres. Cuándo llegue a Barcelona empecé a estudiar percusión para entrar en el ESMUC. Fue Galiana el que me lo propuso.
Bueno, como hay un montón de músicos que participan en el disco, si te parece ya irán saliendo los comentarios pertinentes, vamos con las composiciones.
Catarsis, Entras por bulerías pero cuando menos te lo esperas Domínguez la lleva al chacha. Y al final ese saxo tan profundo de Oliver.
Es una canción de amor y de conseguir los objetivos, por eso la estructura se repite, una vez se acelera y otra se desacelera. Estamos en el mundo de la buleria pero empieza por zapateado (y aquí entra en una clase magistral sobre el zapateado, que no puedo escribir a riesgo de hacer un libro en lugar de un artículo) El chachacha de hecho es soleá. Es el momento en que tu comprendes que a pesar de la problemática todo acaba bien (Catarsis) Por eso la última parte la del saxo de Oliver que comentas, es una historia blusera que a mí me define mucho.
Puente a Cádiz, unos tanguillos que juegan entre Cádiz y el otro lado del mediterráneo.
Esa canción la compuse al conocer a Javier Mas, a través de su hijo Mario que tocaba conmigo. La primera idea viene de cuando yo de pequeño iba a saltar desde el Puente Carranza al agua (como todos los chiquillos de Cádiz) al estar en Barcelona y buscar recuerdos de Cádiz me vino este. Y el sonido mediterráneo viene de la doble cuerda que me enseñó Javier Mas y me enamoré de ese sonido y excepto en Paseillo andaluz siempre que hay doble cuerda las toco yo.
Cimientos, cambio total de músicos, cuarteto de cuerda, dos contrabajos uno frotado y otro pellizcado….
Se llama Cimientos porque quería que reflejase la base de mi gusto estético. Cuando vas por diferentes países Cuba, Senegal, Marruecos te puedes llegar a olvidar de lo que a ti te gustaba, entonces este tema es una seguidilla (que suele ser compleja) y el objetivo era que le pudiese gustar a un niño chico, por su sencillez y por su belleza. Conseguir de paso que la seguidilla después le entre mejor y también hacer un homenaje a mi pasado de formación clásica (mi padre paga religiosamente un sillón en el auditorio de Madrid y cada vez que iba a verlo había concierto de música clásica) Las curdas en este viaje son las protagonistas del aire (del swing) podríamos etiquetarla de Pop – clásica – flamenco
Me gustaría explicar que el disco se grabó en directo, nada de volver a grabar las guitarras para limar impurezas. Eso hace que haya detalles que se nota algún fallito y eso me gusta. Las percusiones y los laudes sí que se metieron después. Pero el cuarteto le metimos caña en cuatro o cinco días para hacerlo directo.
Paseillo andaluz. Ahora estamos más cerca de Eliseo Parra que de Moraito ¿no? Me gusta ese entender el fandango como algo que se extiende por la piel de toro. He leído que tienes una formación de folklore Los Malagatos.
Cuando estaba en el ESMUC me interesaba el folklore multicultural, entonces cuándo me metí en el flamenco me puse a estudiar lo que ocurría antes de los años cuarenta, igual que hice con la música africana, cubana, brasileña y me di cuenta que igual que antes había sido un fusioneti de estudiar las cosas, ahora era un conservador del flamenco. He escrito un método de flamenco que editaré en breve. Me di cuenta que el flamenco eclipsaba toda la música folclórica española y después de estar con gente como Carles Denia, me di cuenta que el antagonismo flamenco / folclore es algo a solucionar. Así que cada vez que me instalo en una ciudad intento entender su folclore y montar un grupo, en este caso Los malagatos. En el paseíllo igual que en Toques de ida y vuelta son las únicas dos dónde aludo a melodías tradicionales. Y aprovecha para instruirme sobre el paseíllo flamenco o los corridos gitanos (este hombre es una enciclopedia) ¡que gozada!
Toques de vuelta e ida. En la primavera durante el confinamiento tuve la ocasión de escuchar a José Luis Ortiz Novo y a Guillermo Castro Buendía, reflexionando sobre lo que tu bien defines en ese cambio de paradigma Vuelta e ida. Y no solo en el tango sino en muchos otros palos el otro lado del atlántico siempre está ahí.
En España hay un ninguneo verbal que creo que tiene que ver con que en un pasado en el que no había radio ni tele, cuándo alguien ganaba un concurso de cante a los cuatro días se enteraba toda España, los Cacheteros que montaban corridas de toros y concursos de flamenco tenían gente pagada para que corrieran la voz. Noticias que se iban exagerando hasta que Chacón rompía las columnas faraónicas con su cante. Hay un punto de mala información con las habladurías que etiquetan a los artistas y hay una discusión que a veces no ayuda. Si no lo conoces vale la pena repasar la obra de Gombrich, sobre todo el libro de La preferencia por lo primitivo, dónde reflexiona sobre ese yin y yang que son la vanguardia y la tradición. En Barcelona yo era vanguardia a tope, en cambio cuándo empecé a estudiar el flamenco prefería traducir a Montoya que tocar en bolos. El tema en si nace en Cuba cuándo yo vivía allí y tiene un componente de la buleria tumbá. La clave no está tergiversada. Y después me voy a los Andes.
Sí, me gusta mucho que además le des valor a unas letrillas infantiles como “vamos a contar mentiras tralara” y después pase por el cóndor pasa, me resulta muy original.
Es que la primera música de América del Sur que yo escuché no fue la cubana, sino la del típico grupo de andinos tocando El cóndor pasa. Y después entra el mambo y nos volvemos vacilones, pero claro cuándo le digo a Daniel Amat (hijo de Pancho Amat) que nos vamos para los Andes, no le parecía demasiado interesante, hasta que vio que tenía un punto rítmico que le gustaba. La importancia de Cádiz como puerto / puerta de relación entre dos continentes se entiende muy bien si piensas en la época en que el transporte marítimo era esencial. Llegaba un barco a Cádiz de las Américas y rápidamente se corría la voz “ha llegado dinerito fresco” los pasajeros o iban para la izquierda dirección Ayamonte o hacia arriba para Jerez Morón Sevilla en dirección a Madrid. A la derecha para Málaga. Siempre pasaba por ventas dónde se paraban los pasajeros y allí había flamenco. En 1920, en La Unión (que tenía dos calles) había 15 cafés cantantes. Porqué el que entraba por Cartagena se encontraba con La Unión que era como Las Vegas.
Assilah blues, bonito el sonido de la flauta de Sánchez y rompedora tu entrada de blues, aquí escucho África pero también escucho a Diego del Gastor pasado por el filtro de los Amador.
A Joaquín Sanchez que es un gran flautista de Almargen (Málaga) que está en el circuito madrileño principalmente le pedí que tocara la técnica del diente (que pasa a explicarme) parecido al cabal búlgaro. Es un blues dedicado a Assilah (Marruecos) , estoy de acuerdo con lo de Gastor y Amador. Es un blues legal (explicación técnica de la legalidad del blues)
Y para terminar Inner Peace, trio de jazz, contrabajo guitarra y batería, una preciosidad. Ese juego con la tinaja y otras percusiones de Domínguez, que pasada.
No mucha gente se fija en este tema, la forma de tocar es dejarse llevar, es una canción (Paz interior) que le dediqué a un amigo mío que murió. Es uno de los temas nuevos. De los siete temas del disco tres son novedades, Catarsis, Assilah Blues y este Inner Peace. Y quiero seguir componiendo, me gusta más componer ahora mismo que tocar bolos sin parar. De hecho la música que hacía en mi anterior cuarteto se parecía bastante a Inner Peace (es como mi otro mundo)
¿Cuándo escucharemos esto en directo?
De momento he recuperado media gira del verano pasado, tengo confirmado Ucrania, Viena Rotterdam, pero por desgracia funciona más en el extranjero que aquí. Esperemos que la pandemia nos permita tocar aquí. + info