Buika

Buika
Barcelona, Palau de la Música
28 de noviembre de 2006

Mi niña Lola (Casa Limón / Dro Atlantic) se puso a la venta el 20 de marzo y el 21 de octubre obtuvo su primer disco de oro, entregado por Joaquín Sabina. En marzo yo no pensaba que tanta calidad pudiera generar ventas masivas. La calidad suele dar lugar a muy buenas críticas y a un diminuto club de fans. La mallorquina Concha Buika (Palma de Mallorca, 1972) presentó Mi niña Lola en Barcelona en la sala Luz de Gas el 11 de mayo. Por aquel entonces, yo ya tenía toda su discografía, que se completa con Buika (Dro East West, 2005) y Mestizüo (Blau, 2000), porque una cantante como ésta sale cada muchos años. La sala se llenó y vendían discos en la puerta: Mi niña Lola y Buika, mirando para atrás. En el Palau, en cambio, vendían Mi niña Lola y Mestizüo. ¿Señal de que Buika se ha agotado? Si así fuera, me alegraría, pues es un disco extraordinario, a reimprimir. Lo que Buika transmite ha calado y ha dado pie a numerosas y jugosas entrevistas. Buika es la autora del positivo Jodida pero contenta, que en 2005 quedó tal vez eclipsado por el negativo Malo de Bebe. La urgencia no quita la ocurrencia y en 2006 ha triunfado la substanciosa poesía de la ingeniosa Buika. En un Palau a rebosar presentó una y otra vez a los músicos, agradeció la invitación del Festival Internacional de Jazz de Barcelona, dedicó las canciones, explicó su contenido entre risas antes de interpretarlas e improvisó tanto como pudo, con las letras, con las melodías, con un par de temas nuevos. Atrevida jugadora de jazz, soul, hip hop, house, bolero, tango, copla y otros amoríos, Buika también se mira en el espejo acústico de cierto gitaneo flamenco que bien conoce. Desde la banda, El Piraña, que estaba allí, iba diciendo “¡Ole!”. // Garbín González