Besarabia
“Animal Republic” Microscopi, 2021
Besarabia era una nación que actualmente está repartida entre Moldavia y Ucrania. El trío valenciano de igual nombre, nos presenta este segundo trabajo Animal Republic, Microscopi, 2021 con una portada de las que merecerían vinilo. La colorista y sugerente portada junto a las imágenes desenfadadas del interior son un buen señuelo para atraparte, si además eres un amante de las formaciones en trio (como es mi caso) no lo dudes más. Eva Domingo en voz y percusiones, Jaume Pallardó lira de Creta y oud y Heidi Erbrich en violín y viola son los músicos que forman Besarabia y que han compuesto a partes iguales estas 11 canciones que beben indistintamente de las músicas balcánicas, mediterráneas el flamenco, el jazz e incluso el rap como conductor hacia ese mundo de fábulas sobre animales a los que se les conceden cualidades humanas (al igual que hizo Alessandro Boffa en aquel inolvidable Eres una bestia Viskovitz, Lumen 1999. Pero menos rollo y vayamos con las canciones. The Real Royal Turkey. El canto del gallo nos introduce directamente en los Balcanes, las percusiones y el violín son los reyes de esta entrada, Turquía es una amalgama de razas y culturas y este tema es claro ejemplo, no tardaran en colarse los zapateados flamencos de Erbrich, que con el oud de Pallardó consiguen llevarnos por todo el Mediterráneo en pocos minutos. Oreneta, la voz de Eva Domingo planea suavemente como tantas cantantes de este mar lo han hecho durante años y años, en la más pura tradición del folklore mediterráneo, aquí el pájaro cumple su misión de mensajero sin entrar en fábulas, un tema de amor de los de cualquier época, con toda la carga medieval que ha querido impregnarle Eva Domingo en esta carta a su amor. El conte del talp que volia ser ocell, los tres compositores además de este proyecto tienen otros diferentes que mezclan sin pudor, teatro, danza, música de cámara o electrónica, todo esto deja su huella en las composiciones como esta, en dónde pasamos sin dificultad de imágenes de un posible espectáculo de danza a una improvisada rave en cualquier playa, escoge el volumen y tú misma. Giraffe by the sea es posiblemente el tema estrella, por las mezclas de músicas (Erbrich) tan bien tejidas y por la letra (Eva Domingo) que nos presenta a una “jirafa errática que un día una niña hizo navegar” un rap actual que no te dejará indiferente, en directo será algo a recordar ¡estoy seguro! Además si tienes cierta edad igual te recuerdan a las mejores Vainica Doble. Cants de balena, el sonido del mar, una imitación de cantos lejanos de ballena (supongo que la viola) y estamos de nuevo fusionando folklores, podría ser un trio de jazz al que le guste indistintamente Casals y Rabih Abou-Khalil. Un tema precioso con mucho espacio para las percusiones de Pallardó. La dansa de la serp, un poema de Eva Domingo que le da la vuelta a la historia imaginándose que fue Eva y no Dios quién creó a Adán ¡ahí es nada! Cargada de percusiones, casi indias, la música vuelve a viajar por territorios universales. Atento a Pallardó y sus cuerdas, para mí es difícil diferenciar si toca la lira de Creta, el oud o la baglama, pero suena increíble. Elefanta I La cacharrería, el otro personaje entrañable de este cuento, junto con la jirafa, es sin duda alguna la elefanta, en esta primera presentación (inspirada en las fábulas de Samaniego) la elefanta quería entrar nada menos que en una cacharrería para mirarse en un espejo mágico. El ritmo hipnótico nos va entrando en el tema (todavía no sabemos la historia) pero intuimos la tensión, como en las mejores músicas /historias de Kusturica. Cuando llega el texto, la música pasa a atrás para servirle de apoyo a la narración, y golpes, rasgueos y de nuevo zapateado se aúnan para dicho fin. Vuelta a la música balcánica y un suave violín nos introduce en esta segunda parte Elefanta II Altibajos, la viola vuelve adueñarse de la melancolía del recuerdo. Pero las percusiones aparecen como cambio de tercio y unas nuevas ideas musicales nos llevan a paisajes diferentes, sin dejar de ser siempre conocidos musicalmente. Perdut Eva Domingo nos acerca de nuevo a ese mundo tradicional, dónde la voz y la letra se erigen en protagonistas, volviendo a épocas de trovadores. El gato rubato, otro personaje que busca la libertad, pero en este caso, el gato no es usado como fábula, sino como ejemplo de vivencias libertarias. El violín igual de libre que el gato se lanza y la percusión le modula llevándolo a terrenos casi rumberos (recuerdos al gran Gato Pérez) Para acabar Spider Tears, una preciosa canción (de cuna, diría yo) dedicada a la Gata Marenga. Vientos y percusiones unidos en la búsqueda de la belleza que no entiende de razas ni clasificaciones, como diría Saluzzi, música bonita, sin más. + info