Balkan Beat Box / Blue Eyed Black Boy

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Balkan Beat Box / Blue Eyed Black Boy Balkan Beat Box.
"Blue Eyed  Black Boy".
Crammed Discs, 2010.

O de la importancia de los viajes herodoteos: «…para que el tiempo no abata el recuerdo de las acciones de los hombres y que las grandes empresas acometidas, ya sea por los griegos, ya por los bárbaros, no caigan en el olvido»

 

Y aunque reconozco que este inicio pueda resultar pedante, ha sido lo primero en venirme a la mente pensando en la mediterraneidad. Aclaro el concepto más adelante y paso a la rigurosa oficialidad.
Blue Eyed Black Boy (Crammed Discs, 2010), tercer álbum de la banda postizo adoptiva de New York, tras su primer Balkan Beat Box (JDUB Records, 2005) y su penúltimo Nu Med (Crammed Discs, 2007), del cual también se editó el disco de remezclas Nu Made Remixes (Crammed  Discs, 2008). Si las tres cabezas pensantes de B.B.B., Ori Kaplan, Tamir Muskat y Tomer Yosef, han pretendido siempre sorprender al oyente con su música, os puedo asegurar que conmigo, lo han conseguido de nuevo. Dos primeros discos que asientan un estilo muy personal. La caja de ritmos se llena de Rock, electrónica bailable, Pop, Ragga, Safaradí, Mizrahí, Hip Hop, Sirba, Horo, Doina… Se agita con fuerza y se obtiene la “nueva” música de la diáspora universal, cuyo apodo de Balkan le viene que ni “pintao”. Dos discos excelentes, orientados a la pista de baile, la recarga energética y la celebración festiva.

Blue Eyed Black Boy mantiene firmemente la esencia del sonido B.B.B. Entonces… ¿Cuál es la diferencia? ¿Dónde reside la sorpresa? SutilyH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Balkan Beat Box / Blue Eyed Black Boy, muy sutil cuestión. Ahora el concepto. Esta vez, los aromas, texturas y sabores del plato merecen que el comensal se siente en mesa y no en barra. Los B.B.B. nos ofrecen comida de mercado. En Iliria, el maestro en armonías, Ori Kaplan, se surtió sobradamente de la auténtica esencia de los metales; mientras el maestro del ritmo, Tamir Muskat, lo hacía a su vez, del orgánico tempo del cuero. Fundamentales los productos ilirios en este disco.

En su paso por mercados macedonios y tracios, llenaron el carro de sintonías vocales que han atemperado la garganta de Tomer Yosef.

Visitaron frugalmente los puestos griegos, pasando a Asia para recoger especies rítmicas de Misia, Lidia, Caria, Fenicia y, aprovechando, visitar su tierra natal Israel. Con un paso se plantaron en el mercado de abastos egipcio para hacerse con líneas de teclado fresco y de pleno, afrontar finalmente el resto de la costa Libia, con sus típicas armonías e incluso, ritmos Gnawa.

Llegando a las columnas de Heracles, igualarse al héroe, adentrándose en el océano desconocido y realizar últimas compras en el sur del nuevo continente.

Productos frescos, de calidad, de huerta, bajo una producción y programación exquisita de Tamir. Estoy seguro que, esta vez, ha debido pasarse menos horas frente a los fogones digitales.

Mi consejo pues: Tómese su tiempo estimado oyente. Deléitese con los vientos serbios de la Orkestar Jovice Ajdarevica Brass Band, la revolución gitana de Dragan Ristic y sus Kal, la voz de Svetlana Spajk

Escucho el tema Kabulelectro y decido acabar tal como empecé: «En el transcurso de la bebida, Hipóclides, que había superado con mucho a los demás pretendientes, pidió al flautista que le ejecutara un aire de danza. Bailó subido a la mesa aires laconios, a continuación aire áticos y, en tercer lugar, se puso cabeza abajo y agitó las piernas. Cuando bailó por primera y segunda vez, Clístenes ya rechazó con repugnancia el pensamiento de que Hipóclides pudiera ser su yerno, y ello por la danza y la desvergüenza; sin embargo, se contuvo y no quiso mostrarle su desprecio. Pero cuando le vio agitar las piernas ya no fue capaz de contenerse, y le dijo: « ¡Hijo de Tisandro! ¡Al bailar te has perdido la boda!» Pero Hipóclides le interrumpió exclamando: « ¡A Hipóclides le importa un comino!» Lo cual desde entonces se dice a modo de refrán»   Relacionados     www.balkanbeatbox.com   // Juanjo Peña Martí .